No sólo de música en inglés vivimos
en Spleen, también escuchamos lo de por aquí, allá y todas partes pero en
español. Para no dejarlos afuera porque no encajan en ningún lado por su idioma
(y porque son mejores en varios aspectos, bah) a la lista le agregamos un país
invitado además de España. Sí, adivinó: Brasil. Aquí van los discos que nos gustaron del año que pasó.
De por acá
De por acá
Una de las joyas en español que el
año que pasó nos dejó vino desde de la vecina orilla y fue consagratoria.
América es uno de esos discos que de inmediato huele a clásico. Entre Love y el
Spinetta de Almendra y Pescado Rabioso, Pablo Vidal y los suyos obtienen
justicia con este, su cuarto disco. Poblado de deliciosas épicas surrealistas
como “El Aprendiz de Brujo”, “Nosotros los Monos”, “Dios es una Cámara” y la
que da nombre al disco, por tan solo nombrar algunas de las quince canciones
que conforman este enorme disco. Una de
las verdaderas gemas ocultas del cancionero argentino cosecha 2012 y uno de los
discos de los cuales hablaremos dentro de años para definir el sonido del rock
argentino de esta época.
Kiko Veneno y Martín Buscaglia- El pimiento indomable
Otro disco que va por la senda surrealista pero desde un enfoque totalmente diferente. El español y el uruguayo unen amistad y fuerzas en este disco a cuatro manos que - hay que decirlo- suena más a Buscaglia que a Veneno, ya que exuda funk juguetón y lúdico por todos lados, tamizado con adorables canciones casi de cuna. Lleno de letras de lo más delirantes, pegadizas y plagadas de juegos de palabras que también remiten más a Martín que a Kiko, quienes producen este nuevo clásico junto a Nicolás Ibarburu. Además hay invitados ilustres como Rubén Rada y Mandrake Wolf completando la redondez de este gran disco.
A los 70 años (y con la
voz intacta), Caetano entrega su disco número 49 (¡!) y la rockea más que
nunca, completando esa especie de trilogía que conforman este disco junto a Zii &
Zee y Cê, que también es el nombre de la banda que lo acompaña (comandada
por su hijo Moreno y Pedro Sa). Veloso gana en intensidad en lo musical (escuchen
si no el tema que nombre al disco) y en las palabras, como cuando dice
directamente “a Bossa Nova e foda”. El término “foda” es algo así como el
equivalente en el portugués al “fuck” inglés, lo cual le da una múltiple
lectura a lo que dice la letra y hace que siendo un señor de la tercera edad
Caetano siga provocando hasta el día de hoy como lo hace en tiempos del
Tropicalismo.
Acostumbrados sobradamente a la
excelencia de cada disco que sale de los mexicanos, sabíamos que éste no
podía fallar. El nuevo álbum de los tacubos
ironiza desde el título sobre el signo de los tiempos en la industria
discográfica y las nuevas formas de escuchar música, al mismo tiempo que vuelve
-como hacía mucho no lo hacía- a las raíces musicales de su país (desde Re que no escuchábamos temas como “Olita
del altamar”). Uno de los discos más abiertos y participativos de la banda que
da lugar a que Quique Rangel cante “Aprovéchate” y que Emanuel del Real haga
sus ya habituales colaboraciones, demostrando que no sólo de Rubén Albarrán (o
como carajo se haga llamar ahora) vive Café Tacuba. Democrático.
Es cierto que este esperado regreso de IKV no es lo mejor de
su discografía, pero igual sigue estando muy por encima de la media. El abanico
musical es amplio como lo era en Versus
y Leche, menos Beastie Boys y Red Hot
Chili Peppers y más Stevie Wonder y Prince. Funk soul sexy con arrebatos
tropicales y momentos emotivos como Águila
Amarilla (homenaje de Dante Spinetta a su padre, el genial Luis Alberto).
Un disco más desprejuiciado y más enfocado a la diversión y el franeleo que sus
antecesores. Esto queda claro desde el vamos con el hit "Ula Ula", en el que Dante canta que “mientras
yo pongo calientes las
pistas/ tengo más estilo que una
rave y pastillas/este flow te rompe como un gordo a las sillas/ustedes son la
arena y les clavé la sombrilla”. Todo dicho, ¿si esto no es joda, qué es?
Ases Falsos- Juventud Americana
El
debut del año que pasó en español no es necesariamente un debut. ¿Cómo
es eso se preguntarán? Pues resulta que estos chilenos se llamaban Futher
muckers y contaban ya con unos cuantos
discos en su haber, pero un buen día pasaron a llamarse Ases Falsos y editaron
este gran disco que, si bien es cierto que puede resultar un poquitín largo de
más está plagado de clásicos instantáneos como “Misterios del Perú”, “Salto
Alto”, “Pacífico” o el himno fumeta “Quemando”. Entre lo mejor de la tradición
rockera chilena (la de Los Tres y Los Prisioneros) y el retro rock la banda
entrega una cantidad considerable de historias, entre lo naif y lo truculento,
contadas de una forma simple y rebuscada a la vez. Un hallazgo. ¡Ah! ¡Me olvidaba!
En la portada está Juan Gabriel con los ojos emitiendo un brillo imposible.
Metá Metá- Metal Metal
Otro de los grandiosos discos que se editaron en Brasil fue éste, el segundo de los paulistas de Metá Metá. Un registro que pasea por la afro samba de los '60, por Fela Kuti y por Amadou et Mariam, por la música latina y la brasilera de todas las épocas pero eso sí, pasadas por un filtro que puede incluir noise, free jazz y punk sin por eso perder un ápice de personalidad, porque –que se entienda- esta banda no hace rock sino que más bien adopta una actitud rockera para todo lo que toca. El trío conformado Jucara Marcal, Kiko Dinucci y Tiago Franca la gasta en temas como “Oya”, “Man Feriman”, “Rainhas das cabecas”. Está mal no escucharlo.
Otro de los grandiosos discos que se editaron en Brasil fue éste, el segundo de los paulistas de Metá Metá. Un registro que pasea por la afro samba de los '60, por Fela Kuti y por Amadou et Mariam, por la música latina y la brasilera de todas las épocas pero eso sí, pasadas por un filtro que puede incluir noise, free jazz y punk sin por eso perder un ápice de personalidad, porque –que se entienda- esta banda no hace rock sino que más bien adopta una actitud rockera para todo lo que toca. El trío conformado Jucara Marcal, Kiko Dinucci y Tiago Franca la gasta en temas como “Oya”, “Man Feriman”, “Rainhas das cabecas”. Está mal no escucharlo.
Los Terapeutas- Monstruo
Lo primero a lo que nos enfrentamos ante el nuevo gran disco de Los Terapeutas es a una tapa que remite a El Retrato de Dorian Gray y Dr. Jekyll and Mr. Hyde en la que un tipo se mira al espejo y ve su lado monstruoso. Y de eso habla el disco, de esa dualidad humana por la cual podemos ser buenos y tener nuestra parte jodida, de las cosas lindas y de las cosas feas. Es un disco de interrogantes (“Yo Quisiera Saber”) que se enfoca en los arreglos y los climas de las canciones antes que en las preocupaciones por cómo sonaran en vivo tal como hizo saber la banda en sucesivas entrevistas. Se nota en el disco una marcada influencia de Lennon pero pueden ponerse rockerísimos como puede escucharse en “El Yaguarón”. Luego de haber editado uno de los mejores discos de la música uruguaya de todo los tiempos como fue De, Mandrake y los suyos ya están para hacer lo que más les plazca y eso está perfecto. Nosotros agradecidos.
Gepe - GP
Uno de los mejores y más desconcertantes discos del 2012 es el que nos ocupa. El chileno Gepe quien a través de una bizarra y entrañable mezcla de ritmos que van del moombahton -mezcla de house y reggaeton- en el hit “En la naturaleza (4,3,2,1,0)” al reggae más soft que uno pueda escuchar en “Fruta y Té”. Un poco atrás quedaron las primigenias inquietudes por reversionar la Nueva Canción Chilena de Violeta Parra y compañía, y ahora la cosa se vuelve panamericana, ya que -siempre desde su lectura indie- hay cueca, chacarera y tinku boliviano. Disco desprejuiciado como pocos y de un humor subyacente que vaya a saber si el propio autor se percató de estar plasmando y que es sintetizado en algo así como el manifiesto de este disco: “Bomba Chaya”. Sumamente contagioso.
Uno de los mejores y más desconcertantes discos del 2012 es el que nos ocupa. El chileno Gepe quien a través de una bizarra y entrañable mezcla de ritmos que van del moombahton -mezcla de house y reggaeton- en el hit “En la naturaleza (4,3,2,1,0)” al reggae más soft que uno pueda escuchar en “Fruta y Té”. Un poco atrás quedaron las primigenias inquietudes por reversionar la Nueva Canción Chilena de Violeta Parra y compañía, y ahora la cosa se vuelve panamericana, ya que -siempre desde su lectura indie- hay cueca, chacarera y tinku boliviano. Disco desprejuiciado como pocos y de un humor subyacente que vaya a saber si el propio autor se percató de estar plasmando y que es sintetizado en algo así como el manifiesto de este disco: “Bomba Chaya”. Sumamente contagioso.
Ondatrópica- Ondatrópica
De la conjunción del Frente Cumbiero y El Combo bárbaro surgió una de las bandas del año que pasó: Ondatrópica. Un combo contundente que contó con abundantes invitados a la hora de grabar, entre ellos leyendas de la música colombiana como Fruko, Michi Sarmiento y Aníbal Velásquez, a quienes se suma la rapera chilena Anita Tijoux (en “Suena”). Una panzada tropical que mete mano no sólo a la cumbia sino también a otros ritmos como el porro ("está hablando de faaso"), la chambeta y la gaita con la fuerza del funk y del dub. Plagado de grandes temas, desde los etílicos “Locomotora Borracha” y “I Ron Man” (que no es ni más ni menos que una relectura en clave tropical del clásico de Black Sabbath “Iron Man”) hasta temas como “Tienes Sabor, Tienes Sazón” o “Bomba Trópica”. Para levantar cualquier festichola.
No es noticia que Cirerol es uno de los cantautores más
viscerales, mezcla de Johnny Cash, el primer Dylan (tiene su propia “chica de
las tierras lejanas” así como Dylan tenía su “Sad-eyed Lady of the Lowlands”) y
el narcocorrido que siempre escuchó de pequeño (de chavo pues). Perfectamente este
mexicanísimo oriundo de Mexicali podría musicalizar algunos de los episodios de
la gran serie Breaking Bad (si no la vio, véala. ¡No sea nabo!) ya que habla de
la “Metanfeta” con la regularidad que Arjona le canta a la menopausia. Un disco
de humor grueso que toma forma en personajes descarriados, que son los que pueblan
las canciones. Estas a su vez llenan de aliento a alcohol y tugurio de mala
muerte los parlantes de tu equipo, PC o los auriculares de tu reproductor
amigo (¡¡que no se malentienda cabrones!!). Después de su celebrado Oferta al Mictlán (2010) Cirerol se
consolida como uno de los más interesantes exponentes del norte de América
(latina).
Otro disco consagratorio fue éste, el gran Político. En él Camilo Lara, responsable
absoluto del IMS, le hinca el diente a los mismos ritmos que en sus anteriores Soy Sauce o Piñata (cumbia, la música espacial de Esquivel, electrónica de la
más pistera y de la más colgada) y entrega su disco más redondo. Mezcla de The
Avalanches y Plastilina Mosh, de Celso Piña y DJ Shadow, Lara se nos muestra
como uno de los más hábiles en el uso del cut and paste. La única diferencia de
este disco con sus predecesores es la pérdida de cierta inocencia y la
apropiación de un espíritu más politizado que si bien no es el más poético o
rebuscado nunca pierde las ganas de invitar al baile ni el sentido del humor.
Para demostrarlo ahí están “Revolución”, “Especulando” y “México” (“verde de
mota/blanco de coca/y rojo de tu sangre”). Todo dicho.
Chicha Libre- Canibalismo
Luego del merecidamente celebrado Sonido Amazónico, el francés con base en Brooklyn Olivier Conan vuelve a meter mano en lo que más le gusta, sabe hacer y le dio (y sigue dando) éxito: cumbia sesentosa y psicodélica inspirada en ese subgénero exclusivamente peruano que es la Chicha (que además es una bebida alcohólica de maíz fermentado de la cual también surge el nombre de la banda). Si bien no hay novedades relevantes con respecto al primer disco lo cierto es que sigue siendo de lo más contagioso y desprejuiciado que uno puede experimentar. Con canciones como “Muchachita del Oriente”, “La Danza del Millonario” y “El Carnicero de Chicago” uno deja de ser el bienpensante que es (si es que lo es) y se deja intoxicar por la verdadera cumbiamba psicodélica que encima está cantada en un castellano de mierda para completar aun más el nivel de exotismo y “cosa rara”.
Luego del merecidamente celebrado Sonido Amazónico, el francés con base en Brooklyn Olivier Conan vuelve a meter mano en lo que más le gusta, sabe hacer y le dio (y sigue dando) éxito: cumbia sesentosa y psicodélica inspirada en ese subgénero exclusivamente peruano que es la Chicha (que además es una bebida alcohólica de maíz fermentado de la cual también surge el nombre de la banda). Si bien no hay novedades relevantes con respecto al primer disco lo cierto es que sigue siendo de lo más contagioso y desprejuiciado que uno puede experimentar. Con canciones como “Muchachita del Oriente”, “La Danza del Millonario” y “El Carnicero de Chicago” uno deja de ser el bienpensante que es (si es que lo es) y se deja intoxicar por la verdadera cumbiamba psicodélica que encima está cantada en un castellano de mierda para completar aun más el nivel de exotismo y “cosa rara”.
El Mató a un Policía Motorizado- La Dinastía Scorpio
Cuando uno podía llegar a pensar –como buen escéptico- que la fórmula garagero- noventosa de los platenses podía llegar a morderse la cola ¡Zas! Un disco plagado de indie hits de los buenos. Once temas, uno mejor que el otro y que en varios casos, como en “El Magnetismo”, “Mujeres Bellas y Fuertes”, “Chica de Oro” “Yoni B” y “Más o Menos Bien” (¡qué buen comienzo del disco!) se convierten en himnos instantáneos de la banda a la altura de clásicos suyos como “Amigo Piedra” o “Chica Rutera”. Un disco mediante el cual bandas nunca consagradas por estos lares como Guided by Voices, Pavement o Dinosaur Jr. se vuelven algo sumamente asimilables para nuestros oídos panamericanos perfilando así a esta banda como uno de los nuevos clásicos del rock de la vecina orilla. De ellos también hablaremos entro de unos años cuando debamos referirnos al sonido de los '00.
Cuando uno podía llegar a pensar –como buen escéptico- que la fórmula garagero- noventosa de los platenses podía llegar a morderse la cola ¡Zas! Un disco plagado de indie hits de los buenos. Once temas, uno mejor que el otro y que en varios casos, como en “El Magnetismo”, “Mujeres Bellas y Fuertes”, “Chica de Oro” “Yoni B” y “Más o Menos Bien” (¡qué buen comienzo del disco!) se convierten en himnos instantáneos de la banda a la altura de clásicos suyos como “Amigo Piedra” o “Chica Rutera”. Un disco mediante el cual bandas nunca consagradas por estos lares como Guided by Voices, Pavement o Dinosaur Jr. se vuelven algo sumamente asimilables para nuestros oídos panamericanos perfilando así a esta banda como uno de los nuevos clásicos del rock de la vecina orilla. De ellos también hablaremos entro de unos años cuando debamos referirnos al sonido de los '00.
Desde el Brasil, he aquí un disco que de brasilero sólo tiene
el idioma portugués de la voz de quien canta. En este caso el que lo hace es
Lúcio da Silva Souza, que se acortó el nombre y lo volvió artístico haciéndose
llamar tan solo Silva. Este poderoso y poptimista debut lo colocó al tope de
todas lista de “lo mejor de” en su país. En referencia a lo dicho más arriba
que de brasilero no tiene nada nos son exageraciones, el tipo suena a James
Blake (mucho) y por momentos algunos teclados y atmósferas más grandilocuentes
remiten a Arcade Fire, lo cual no está nada mal ¿no? El disco abre con el
luminoso “2012” y sigue con “Falando Sério” y a partir de ahí no para: entre
las canciones enormes y la introspección de un pseudo hip-hop futurista (que no
es lo tanto), Silva se inmiscuye en los recovecos sensoriales de la mente y no
sólo pela chapa de hit maker si no también de adelantado y experimental.
Las Pelotas- Cerca de las Nubes
Concebido casi como un LP de los de antes (podemos decir que
es un disco con dos lados, como los queridos vinilos) con una primera parte
dedicada a bucear por esa música etérea que viene practicando el grupo desde
que Daffunchio tomó el mando de la voz y una segunda parte más poderosa y si se
quiere hasta fiestera, que se hace evidente con el enigmático primer corte “Escondido
Bajo el Brazo” (el que reza “so- so- soy un pato”) y que alcanza picos de
intensidad en temas como “Las Voces” y el que le da nombre al disco (“vamos a
darnos vuelta/vamos a darnos vuelta de amor”). Que gane la intensidad no quiere
decir que no se siga rockeando: en “Si La Distancia”, “Quieren Más” y “La
Cuerda” queda demostrado que el corazoncito aguerrido sigue ahí.
Tres discos en cuatro años y dos de ellos son Bestia (2009) y el que nos ocupa, Arunima. Gran momento el de la banda de
nombre complicado para el hispanoparlante medio que en este disco se mete más
de lleno en lo que suena actualmente, como pueden ser James Blake o The XX, eso
sí, sin perder jamás el toque de tradición mexicana por un lado y ese costado
de Madrid ochentoso que tiñe las voces y la música toda. Todo canciones
brumosas, llenas de voces entre esplendorosas y fantasmales, que evocan tanto
al trip -hop de Portishead como al pop de cámara de Florence and the Machine, y
que alcanza sus puntos altos desde el vamos con “Al Fuego” (tema de apertura
del disco de ¡13 minutos!), “No te vayas al Bosque” y “El Artista” (que recuerda
por momentos a Mimi Maura en las voces).
Bomba Estéreo- Elegancia Tropical
Título presumido de la temporada que pasó si los hay pero que sintetiza correctamente lo plasmado en el sucesor del exitoso Estalla! Li Saumet y compañía pelan un disco que debe más a los Aterciopelados de Caribe Atómico que a los primeros discos de Calle 13. No podemos decir que es trip-hop caribeño como en los primeros pero tampoco es la trituradora de géneros tropicales y hip-hop de los segundos. Aquí no hay electrocumbé como solía haber y hasta cuando se incita al baile calentón y a la lujuria -como en “Bailar Conmigo”- debemos hablar de una electrónica entre hipnótica y pistera pero contenida. ¿La era de la madurez para Bomba Estéreo? Eso está por verse.
Luego de su aclamadísimo debut del 2008 (Artista Igual Pedreiro) los de Mato Grosso editaron su segundo
esperado e imponente disco. Como en el predecesor no hay lírica. Todo música y
de la buena. Este trío-topadora musical sin embargo se reinventa en cierta
medida ya que los pasajes evocativos y hasta épicos de su disco debut dan paso
en este nuevo álbum a un hard rock de corte más sludge. Más machacantes y
punkies los brasileros entregan verdaderas dosis de rock valvular para viajar
como “O Boi 1957”, “Broken Chocobread” o el tema que bautiza al disco por sólo
nombrar tres ejemplos. Verdaderas (des)estructuras musicales que uno no puede
creer que sean ejecutadas en directo sólo por tres personas, aunque quienes
tuvimos la suerte de verlos en vivo (junto a unas 15 personas más en Bluzz
live) sabemos que es así. ¡Y cómo suena!
Céu- Caravana Sereia Bloom
Como podrán estar apreciando Brasil nos dejó mucha música de la buena el año que pasó. Uno de los discos que viene a engrosar la lista es el de esta exquisita cantante que se le anima a todo los géneros de la música negra que imagine ( rhythm & blues, samba, reggae). Catalogarla como una Amy Winehouse brasilera si bien puede ser un halago también puede ser injusto y arbitrario aunque en temas como “You Won´t Regret” (el único del disco cantado en inglés) se parece demasiado a la malograda cantante británica. Una cantante a seguir , definitivamente.
Uno d elos discos más hypeados de la música en español del
año que pasó es el de esta señorita mexicana que se despoja de todo y entrega
bellas y descarnadas canciones que deben en partes iguales al tono confesional
de la consagrada Julieta Venegas y al tono folkie pop de She & Him. Menos
juguetón que la primera y más melanco como los segundos la del mismo apellido
que Jim se entrega en las líricas de “Eres Tu” o “Tu Orgullo”.
El ahora reformado cuarteto (que es en realidad un quinteto
con las incorporaciones de Gustavo Antuña de los Buenos Muchachos en guitarra y
Santiago Marrero de Sante Les Amis en teclados y sintes) que suena súper
rockero desde que empezaron a trabajar con Juan Campodónico viene a cerrar una
especie de trilogía que empezó allá en 2006 con Raro y que siguió con Bipolar
(2009). Si bien algunos pueden decir que hay un abuso en las letras
kilométricas y plagadas de rimas de Roberto Musso lo cierto es que es
envidiable que puedan seguir pelando temas como “Buen Día Benito” o “Lo Malo de
Ser bueno”. Esto sumado al éxito no sólo acá sino en la vecina orilla, el resto
de América y España más los Grammys obtenidos no hacen más que posicionarla
como una de las bandas de rock más grandes del país y del continente.
El indie porteño nos dejó algunos de los más entrañables discos
del 2012 y esta licuadora generacional y de géneros fue la consagración para
Los Reyes del Falsete que con mayor cuidado y énfasis puesto en la producción
que en sus anteriores discos meten en la misma bolsa todas sus influencias que
pueden ir del punk, pasando por los alternativos '90, la canción de fogón, la
canción bailable y la psicodelia hasta llegar al highlight con un feat junto al
papá del rock en español (Lito Nebbia) en la entrañable “Los Niños”. Para
rematar la mezcolanza cierran con una cumbia -intelectual como la cumbiera de
Kevin Johansen- que respira conourbano bonaerense (“San Jorge”).
El ex Mundo Livre S.A. y percusionista de Chico Science,
quien viera nacer el mangue beat desde su fértil tierra natal de Pernambuco y
que fue parte fundamental de la música de su país en los '90 nos entrega otro
trabajo consistente que abre entre beatle y floydiano (de Barret) con el
optimista “Día Claro” y sigue en la misma senda con los siguientes tres temas
pero que a partir del quinto (“Exu Parade”) se pone un poco más intrincado y
experimental, lleno de teclados y percusiones que lo ligan tanto a los sesentas
psicodélicos como a la electrónica. Uno de los grandes discos brasileros del
año pasado.
Corría el año 1996 y por ese entonces Enrique Morente junto
al grupo Lagartija Nick editó el que es considerado hoy día como uno de los
discos esenciales de todos los tiempos de la música española: Omega. En él, se fusionaban como algo
natural el Flamenco y la poesía de García Lorca con las canciones de Leonard Cohen
y el sonido de guitarras distorsionadas de Sonic Youth. Poco más de un año
después de la muerte de Morente, integrantes de los mencionados Lagartija Nick
y las bandas J y Los Planetas más otras
personas cercanas al cantante se mezclan y dan lo mejor de sí en este sentido
homenaje que, si bien no se basa en lo más conocido de la obra de Morente está
lleno de sentimiento y fidelidad a lo creado por el maestro granadino.
En su quinto disco el rionegrino deja en claro por qué se ha
vuelto uno de los fundamentales de la vecina orilla. Si bien sigue hablando de
los tópicos que poblaban sus anteriores discos hay un especial hincapié –desde
el título y el arte de tapa- a la propia transformación que ha sufrido el
músico desde su llegada de su Patagonia natal hasta Buenos Aires (“ciudad del
smog”). Este disco suena menos preciosista y folkie que sus predecesores pero
más elocuente y rockero y eso se nota desde el comienzo con “Elefantes”. La
ecléctica lista de invitados (Ricardo Mollo, Hilda Lizarazu, Boom Boom Kid) no
hace más que evidenciar la admiración de sus colegas y reafirmar el gran
momento que está pasando el de Viedma.
Cristóbal Briceño (el también líder de Ases Falsos, cuyo
disco es comentado más arriba) es junto a Andrés Zanetta una de las mitades de
este dúo que hace que en sus canciones convivan folk y electrónica. A los
sintetizadores y teclados se suman ritmos andinos (como en el disco de su
comptriota Gepe) pero a pesar del uso de la electrónica queda a la vista, o
mejor dicho al oído, el clima casero en la música del dúo. El signo de los
tiempos y cierto tinte apocalíptico queda en claro desde el título de este
disco hogareño que deja en claro que conceptos como “menos es más” y “hazlo tu
mismo” pueden arrojar buenos resultados.
Largo es el camino que ha recorrido el gran Daniel Melingo.
Desde su clave participación en bandas como Los Twist y Los Abuelos de la Nada,
referentes ineludibles de la camada de bandas que irrumpieron en la Primavera
Alfonsinista, en las que creó algunas de las más emblemáticas canciones de los
ochenta como “Chalamán” (considerada el primer Reggae de la música argentina),
pasando por sus colaboraciones con Andrés Calamaro y un fugaz paso por la banda
de Charly García hasta llegar a ser quien es hoy, este gran cantante de
milongas y tangos narcóticos deudores de Edmundo Rivero y otros malevos de la
música típica del Río de la Plata. Con frases como “al que cruza el destino con
luz roja/no falta quien le haga la boleta” ya se asegura un puesto en esta
lista.
Uno de los grandes nombres de la música española de la actualidad
sin dudas es el de esta cantautora
catalana que se despacha con un soberbio disco en el que se fusionan idiomas
(español, catalán, portugués) así como sonidos que van desde el jazz, la bossa,
el flamenco, la música clásica y demás etcéteras. Un disco catártico y
honesto que está poblado de pequeñas
joyas como “Folegandros”, “Para Meu” y “Días de Paso”. Para aquellos que estén
abiertos a una experiencia musical diferente este sin duda es un disco al que deben atreverse. Ni hablar
que por su sensibilidad y riesgo este no es un disco apto para oídos puritanos.
Tulipa Ruiz- Tudo Tanto
Ya desde su debut con Efêmera Tulipa Ruiz se ganó el corazón del público y la crítica en su país y con su segundo disco no hace más que afirmar lo demostrado en aquel primer disco: su inmenso talento y su hermosa voz. Aquí hay colaboraciones con Lulu Santos (“Dois Cafes”) y el rapero Criolo. Temas como “Ok”, “Desinibida” y “Cada Voz” no hacen más que enamorarse de la música y entender el por qué Brasil está despegado en tantos niveles. Por si fuese poco la artista tiene disponible en su sitio web ambos discos. Quien quiera oír que oiga.
A esta lista reducida se le pueden agregar varios discos más que vale la pena buscar: desde Argentina volvió el Stoner que parecía perdido tras la disolución de los seminales Los Natas con Humo del Cairo y su Vol. 2; el proyecto paralelo de Sergio Rotman y su pareja Midnérely Acevedo de Mimi Maura, El Siempreterno (en el que participa Ariel Minimal de Pez) editó el muy recomendable Hacia el Mar de Carbón; quienes también tienen un muy buen segundo disco bajo el brazo fueron los Viva Elástico que tras haber editado un muy celebrado debut lanzaron su sucesor Agua, Sal y Fiebre; siguiendo con el Indie, otra banda a tener en cuenta es Valentín y los Volcanes, quienes con su segundo opus Todos los Sábados del Mundo llamaron la atención de la prensa especializada a fuerza de buenas canciones. Brasil por su parte, además de todo lo incluido en la lista también tuvo más y mejores discos como Arrocha de Curumin, o como es entendida la fusión de electrónica, Lounge, Trip-Hop y demás yerbas en el paía norteño, otro lanzamiento a destacar es el interesantísmo Casa das Macacas de Doo Doo Doo, disco experimental y aventurado si los hay. Desde más al norte, más precisamente desde Perú, nos quedó colgado el interesante Sincronía de Las Amigas de Nadie, curioso híbrido que nos hace ver qué surgiría de la mezcla de Julieta Venegas y Pink Floyd. De México nos quedó afuera el homenaje al tradicional compositor Agustín Lara -lleno de invitados- por parte de Natalia Lafourcade y su Mujer Divina además de los discos de Matilda Matanza (Conjuntos Cartográficos) y Capullo (Testigos del Fin del Mundo). Por su parte Venezuela, pero con sede en España, entregó el disco de Violeta Vil, el oscurito y electrónico Lápidas y cocoteros. Por último, ya que mencionamos a España, debemos tener en cuenta los discos Ceremonia de La Bien querida, Herreros y fatigas de Klaus & Kinski, el excelente disco de música House Fin de John Talabot, el disco debut homónimo de Pegasvs y Una Montaña es una Montaña de Los Paunsetes, todos ellos imprescindibles para entender el panorama de la música Pop en el país ibérico
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