Nadie podía quejarse. Quienes concurrieron al escenario de La Trastienda ayer jueves eran conscientes de lo que iban a ver. Daniel nunca estuvo bien (si no chequear el excelente documental The Devil And Daniel Johnston de Jeff Feuerzeig), menos lo está ahora que se asemeja peligrosamente a Pepe Mujica en posición cuasi johnnyrottenesca para agarrar el micrófono. Pero lo de Johnston no tiene filtros, tanto en la lírica como en la forma que siempre tuvo para tocar sus instrumentos, es música y letras que salen de las entrañas, puro sentimiento. Así como no tiene filtros en lo musical tampoco los tiene frente a su público para sonarse la nariz, toser, llevarse las numerosas botellitas de refrescos que le habían dejado e incluso para preguntar con cierto asombro y simpatía si "la marihuana es legal acá en Sudamérica".
Lo cierto es que gracias a la sabia decisión de hacerlo salir a escena con la banda soporte desde el vamos, que en este caso fueron los notables Eté y Los Problems (que también fueron teloneros del show), la cosa no fue tan tortuosa para Daniel que, según contaban las crónicas desde la vecina orilla, cuando salió a tocar solo con su guitarra se puso nervioso, olvidándose de acordes y letras y debió salirse del protocolo empezando el show con la banda soporte.
Se notaba que Los Problems habían ensayado sus temas y que le tenían afecto al repertorio (se los veía disfrutando como niños así como Johnson de la misma forma disfruta de los cómics). Inclusive algunos temas sonaban mejor musicalmente que en sus versiones originales. Recordemos que lo de Johnston si bien está lleno de sentimiento y bellas melodías que echan un poco de luz a su tortuosa vida, es bastante tosco y rudimentario, pero ni se notó a excepción de cuando se sentó ante su pequeño piano a interpretar solo un tema (el cual no pudo terminar).
El show duró apenas 45 minutos pero no dio la sensación de faltar ni sobrar nada como si puede habernos sucedido a los que tuvimos la suerte de ver a Television el lunes anterior (nada más diametralmente opuesto que la perfección de Verlaine y los suyos con lo de Johnston). Pasaron algunos de sus más emblemáticos y hasta versionados temas como "Walking The Cow" (que en vivo tocó alguna vez Pearl Jam), "Speeding Motorcycle" (del que se hiciera cargo allá a principios de los '90 Yo La Tengo) y hasta se le animó a una versión de "I´m So Tired" de sus amados The Beatles.
Claro que no faltó el clásico "True Love Will Find You in The End" (que tiene versión de Beck) y temas como "Impossible Love". Para cerrar -cuando todos pensamos que no volvía- Daniel fue traído por los integrantes de Los Problems y se animó a cantar el solito y a capella "Devil Town", y esa última imagen de él solo desnudando sus sentimientos en uno de los temas más descarnados y concisos de su repertorio sirvió a modo de broche perfecto para un show entrañable.
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