viernes, 22 de noviembre de 2013

Mala Tuya

Si bien este año no resultó algo sorpresivo como sí resultó su anterior visita, el texano de corazón californiano, pero venelozano de nacimiento, Devendra Banhart, brindó un correcto recital que, entre tanto que tuvimos este año quizás no se hizo notar demasiado, pero fue parte de esa saludable costumbre que se está dando en Montevideo: shows internacionales de primera calidad con artistas que vienen en sus versiones vivas y no fósiles.


Luego de un celebradísimo show apertura del brasileño Rodrigo Amarante (guitarrista de Devendra acompañado del resto de la banda de aquel, que supo formar parte de Los Hermanos hace ya un tiempo) quien presentó su reciente Cavalo (2013) y ya  pasadas las 22 horas, la banda salió a escena por segunda vez, pero esa vez con el barba, y la cosa arrancó como el último disco que lo trajo esta vez por Montevideo (Mala, 2013) con "Golden girls", para luego arremeter con "Never Seen Such Good Things" y "Baby" de su anterior What Will Be (2009), luego varios temas más de su última producción ("Mi Negrita", "Daniel", "Won´t  You Come Over").


También hubo espacio para una verdadera jam session que duró varios minutos y que levantó la energía de los presentes que hasta ese momento bancaron más que correctamente el show minimilista que estaban viendo. Pero cuando todos suponían (o al menos eso se intuía) que el escenario de La Trastienda podía volverse una pista de baile hipster la cosa se amilanó y Devendra encaró un intermedio acústico en el que intentó corresponder los pedidos del público pero no recordaba las letras o cómo tocar algunos de esos temas, a excepción de "Angelika" (también de su anterior producción) y un tramo de "Santa maría da Feira" por lo que tuvo que pelar lo que tenía en mente y de ahí salió "A Sight to be Hold" que, a esta altura, es algo así como un clásico de su repertorio.



Cuando la gente pidió que tocara un tema "de Caetano" (a quien siempre citó Banhart como una influencia) tras la canchereada de que los pedidos podían ser "temas inventados o de otros"(dicho esto en el más cocoliche de  los españoles posible) el guitarrista Amarante amagó con un par de notas de "Irene" del gran Veloso pero la cosa quedó por ahí, Devendra estaba más disperso que focalizado y la cosa siguió con "Brindo" y "Feel Like Just a Child". 

El momento de los bises llegó y fue con "Carmencita" (sí, ¡el del aviso y el del video de Natalie Portman bailando en ese improbable musical de Bollywood!) y por lo visto todo el mundo contento. No fue el show del año pero fue uno bueno, otro más para sumar a este 2013 de visitas ilustres.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Mutaciones

Todos aquellos que nos enteramos de repente que el eterno niño blondo tocaría en Montevideo fuimos recompensados al consumarse el hecho el pasado martes en una noche de clima ideal como marco para lo que fue uno de los shows del año.

El clima era de expectativa absoluta. Si bien eso pasa cada vez que toca alguien que a uno le gusta, no necesariamente debe sentirse como algo generalizado ni tiene por qué verse reflejado en los demás de la misma manera. Sin embargo, en la puerta del Gran Teatro Metro (que alberga tanto a Dady Brieva y Tony Camo como a Herbie Hancock y de quien nos toca escribir sin distinciones) era todo ansiedad, se notaba a la gente suponiendo y especulando qué tocaría y cómo. Lo que seguro no esperaban  era que el show que surgió de otro que no fue (Beck suspendió en Porto Alegre y el viento lo trajo por aquí) fuese uno de los  mejores del año, en un año plagado de los shows del año (Television, Daniel Johnston, Franz Ferdinand, Black Keys, Lee Ranaldo, Blur, ¿Chuck Berry?).

La cosa empezó de modo previsible pero podía causar temor en quienes habían pagado una fortuna o iban a escuchar 'Loser' (a la cual quemó a poco de empezar el recital): el comienzo fue con 'The Golden Age' (de ese disco hermoso pero torturado que es 'Sea Change' del 2010) y 'Lazy flies' de 'Mutations' (1998), luego vino 'Sunday Sun' también del disco del 2010 y 'Jack Ass' del su celebrado 'Odelay' (1996). Hasta ahí todo bien, pero esta versión dylaneana de Beck (incluyendo saco y sombrero negros) amagaba con hacer un set acústico que podía gustar o no pero no era lo que la mayoría esperaba. Eso hasta que arremetió con 'Devil´s Haircut' y ahí todo el mundo dejó sus butacas para bailar y demostrar un entusiasmo que no es usual en el público uruguayo. Luego vinieron 'Novocane' y el mencionado 'Loser' y, de ahí en más una seguidilla imbatible de temas como 'Hotwax' y algunos más recientes como 'Guero', 'Debra' (el único tema de ese disco en el que quiso ser Prince que es 'Midnite Vultures'), 'Black Tambourine' y 'Think I'm in Love' en el cual metió un fragmento de 'I Feel Love' de Donna Summer entre otros. También se le animó a 'Tainted love' de Soft Cell y hasta ' Billie Jean' de Jacko.

La complejidad sonora de algunos temas del californiano,que uno podría pensar se les harían difíciles en vivo se evaporó con la gran banda con la que vino,  que contaba en sus filas con en Smokey Hornel en guitarra, que tocó con, entre otros nenes, Johnny Cash y Tom Waits; el bajista Justin Meldal-Johnsen que aportó gran parte del carisma de la banda y a quien se notaba como el más efusivo de todos; el baterista Joey Baronker (que tocó con R.E.M y Thom Yorke) y el tecladista Roger Manning. En cuanto al mismísimo señor Hansen, todos sabemos que puede ser un témpano y al mismo tiempo ponerse a bailar, hubo más de lo primero y menos de lo segundo (quizás debido a sus problemas de salud que en sus propias palabras quizás no le permitan sacudirse como antes) pero aun así el show fue demoledor y dejó a todos contentos, la lista de temas fue prácticamente irreprochable (sólo faltaron hits como 'The New Pollution', 'Sexx Laws' y ´Mixed Bizness') y el show de más de dos horas fue así de largo porque al ser su primera vez en Montevideo el mismo Beck se comprometió a hacer un "show largo".

Luego vinieron los bises y con ellos, otro amague de tranquilidad. 'Lost Cause' fue seguida de 'Fourteen Rivers, Fourteen Floods' (el tema más viejo de su repertorio esa noche, perteneciente a su álbum folkie 'One Foot in the Grave'), una versión cuasi punk de 'Girl', 'E-Pro y el gran final con 'Where It's At'. Luego de terminado éste, Beck desapareció y la banda quedó un momento sola. No lo volvimos a ver ni salió a despedirse pero nosotros quedamos con la sensación de que no hacía falta. Todo fue dicho en una noche en la que todos aquellos que pudieron estar recordarán por siempre.