martes, 11 de febrero de 2014

Mitos del Futuro Próximo

Que Spike Jonze es grosso ya lo sabíamos, pero que luego de todo lo que había hecho podía superarse a sí mismo, quizás ni lo sospechábamos. Pero se dio, y nos entrega de su pluma Her, la que sin dudas es su obra más acabada y perfecta.


Tipo cool si los hay este Jonze; no sólo dirigió algunos de los más fascinantes videoclips de su tiempo - a la par de su coetáneo Michel Gondry, con quien indudablemente comparte una visión de las cosas- sino que además tiene en su haber un puñado de films que, guste o no, son de los más interesantes que nos ha dado Hollywood en los últimos quince años. Desde su irrupción en el largo con la delirante ¿Quieres Ser John Malkovich? (1999), en la que el atrevido Spike se metía a alborotar la mente del perturbado pelado, vaya ópera prima, el director se ha puesto a hurgar en los recovecos de su (nuestro) inconsciente así como también lo hizo en eso que significó una dosis doble de Nicolas Cage en Adaptation del 2002 (no la llamaremos El Ladrón de Orquídeas, pues no se lo merece).

Ambas películas compartían la particularidad de estar escritas por ese hábil- quizás demasiado hábil- manipulador que es Charlie Kaufman, quien también escribió el guión de la ya clásica Eterno Resplandor de Una Mente Sin Recuerdos (2004) del mencionado Gondry, con la cual Her tiene algunos puntos de contacto. Si bien esos dos primeros films de Jonze son ejemplos de cine que ya es clásico y de "culto" (qué término feo pero explicativo es), carácter que adoptaron no sólo por ser buenos de por sí, sino también porque estaban plagados de ingenio y buenas ideas, muchas veces podían pasarse de listos con el espectador. Pero ese toque snob que flotaba en el aire pareció haberse disipado cuando Jonze se largó a escribir (con ayuda de Dave Eggers) lo que sería su último largo hasta ahora, ese truculento cuento para niños que fue  Where the Wild Things Are del 2009 (tampoco merece que la llamemos Donde Viven los Monstruos), en el cual no dejó de poner inventiva e ideas locas, pero se quitó de encima cierto tufillo intelectualoide, brindando un film más simple a pesar de la historia que narra.




Todo esto viene a cuento porque con Her parece haber una definitiva depuración como sucedió en Where the Wild Things Are, el argumento y la historia que se cuenta es una locura -que perfectamente es posible en un futuro para nada lejano- pero que, nuevamente de su pluma (esta vez Jonze escribió solito) deja de lado las idas y vueltas de sus anteriores trabajos para centrarse en una historia que, por más compleja o idiota que sea, está contada de tal forma que adquiere sentido de realidad en el acto, haciendo pasar por factibles, situaciones en extremo bizarras. Y ahí es donde radica el encanto de Spike, en haber vuelto sus locuras algo totalmente creíble.



El director pareciera decirse a sí mismo que la única forma de contar una historia de amor en la actualidad, es haciéndolo a través de la ciencia ficción, porque si bien acá no hay distopía, ésta se muestra de manera solapada en actos cotidianos del futuro, como ser un videojuego cuya proyección ocupa todo un living (excelente el marcianito puteador cuya voz es la del propio Jonze) o un dispositivo mezcla de I Phone con vaya a saber qué, por el cual a uno le llega el correo electrónico sin necesidad de visualizarlo en la pantalla y demás etcéteras, como por ejemplo, enamorarse (¡de un sistema operativo!). Todo esto que al espectador puede causarle risa por sonar a "locura" o "ridículo", es en realidad algo que no resulta descabellado -o sí- pero de seguro, suena a algo probable. Faltarán unos años para adjudicarle el mote de previsor o adelantado a Jonze, pero lo cierto que los tópicos que se tratan en el film son los del futuro próximo.



En cuanto a Theodore (Joaquin Phoenix, otra vez más, torturado, enamorado y brillante, como en Los Amantes de James Gray, pero en versión "comedia", sobre el cual no ahondaremos, pues ya sabemos que está despegado), sabemos que trabaja escribiendo cartas a mano -otra sutileza de Jonze, que contrapone un trabajo que parece de antaño en la realidad de la película que, insistimos, se parece y mucho a la nuestra- y que a pesar de ser un tipo querido (le conocemos amigos, compañeros, ex novias) se ha convertido en alguien pésimo para relacionarse con los demás y que, tras toparse con un anuncio, decide llevarse a casa un sistema operativo, ante al cual caerá rendidamente enamorado. Y ta. Hasta ahí podemos hablar, ya que no somos partidarios del spoiler. ¿Suena a locura? Puede ser, pero no lo es tanto cuando nos enfrentamos ante el film. Es ahí donde radica la maestría de Jonze: nos lleva de la mano por una historia de amor futurista en la que lo que importa son los sentimientos de sus personajes, sean personas o máquinas.





Volviendo al objeto de deseo de Theodore, no está de más -aunque ya se sepa- decir que quien le da vida (voz) al sistema operativo es Scarlet Johansson. He aquí una idea brillante (la de usar sólo la voz de una sex simbol, no su cuerpo) que no resulta del todo, justamente por no tratarse de la voz, y esto da lugar a la "debilidad" (así, entre comillas, porque tampoco lo es tanto) de la película. No es que la arruine ni mucho menos, pero hay como cierta "interferencia" (afonía tal vez) que hace que ese maravilloso recurso no funcione al cien por ciento. Funciona mejor la voz de Kristen Wiig en una hot line al comienzo ("ahorcame con el gato muerto" será una de las frase del año; cuando lo vean me entenderán). Pero por fuera de eso, el film está cuidado hasta el último detalle, desde la puesta en escena hasta en la paleta de colores (sin ponerse wesandersoniana ) que se usa para mostrar cómo será ese futuro que se nos acerca.




Bellamente filmando y escrito, con humor y sentimientos a flor de piel, el film de Jonze es la prolongación y desarrollo del tema que trató en su corto I'm Here, sólo que en lugar de ocuparse de cómo se sienten las máquinas con respecto a las personas, se centra en cómo se sienten éstas ante aquellas. El futuro llegó, hace rato...





No podíamos dejar de decir que la banda sonora de Her,además de contar con un tema de Karen O de Yeah Yeah Yeahs (quien ya colaborara con Jonze en su previa Where the Wild Things Are) cantado por la Johansson, que está en la peli más no en el disco, tiene su score compuesto por Arcade Fire (amigotes del director, quien filmó el corto Scenes From the Suburbs para ellos) junto su habitual colaborador Owen Palet. Nada de baile épico como en Reflektor, sino pequeñas suites electrónicas y minimalistas que por momentos coquetean con el neoclásico y la música concreta. Otro viaje para dejarse llevar.












No hay comentarios:

Publicar un comentario