viernes, 21 de febrero de 2014

La Máquina del Tiempo

En tiempos de revivals varios, nunca está de más que esta agrupación intermitente vuelva a los escenarios, hablamos de Mateo x 6 claro está, quienes se presentaron hace dos noches en el Auditorio del Sodre. En Spleen nos gustó y acá va la crónica del show.



Es paradójico aquí y en todas partes, pero para que Mateo fuese reverenciado -no sólo aquí, sino en el exterior- debió ocurrir lo peor. Es cierto que amigos y colegas siempre estuvieron a su lado hasta sus últimos días, pero el reconocimiento popular nunca le llegó de la forma que se merecía.
Sin embargo su legado es vastísimo y ha dejado marcas no sólo en nuestra música, sino también en infinidad de artistas de la vecina orilla (Kevin Johansen y Juana Molina por citar sólo dos ejemplos) y hasta en el hemisferio norte,en donde Mateo Solo Bien Se Lame (su obra maestra de 1972) llegó a ser reseñada por el reconocido crítico musical David Fricke de Rolling Stone (de allá arriba).

A modo de diversión seguramente, pero también como un gesto reivindicativo, a Ney Peraza se le ocurrió allá por 1993 (qué lejano suena ya) sumar a varios colegas y amigos para interpretar los temas de Mateo con las intención de hacer algunas fechas. Esa reunión inicial derivó en una formación que, si bien nos es un grupo establecido, ya ha editado un disco homónimo en el 2002 y dio varios conciertos, el último hace ya tres años.




La diferencia con respecto a los espectáculos previos, es que el pasado miércoles la gala fue de lujo, ya que se llevó a cabo en el paquetísimo Auditorio del Sodre, razón por la cual todo debía salir bien, ya que se estaba grabando un DVD de la actuación (por ello Mandrake Wolf debió repetir "Palomas" que no sonó como debía por un "ruidito" molesto que hacía la guiatrra). A excepción de este percance todo salió a pedir de boca. Es obvio que estos músicos experimentados y conocedores de la obra y el artista que fue Mateo no harían versiones calcadas de los originales, sino que vistieron de hermosos arreglos a las composiciones de aquel. 




El sonido, gracias a la percusión de Pitufo Lombardo (que seguro se relevó para muchos de los concurrentes que lo conocían por la murga o sus discos solistas como el excelente percusionista que es) y a ese metrónomo humano que es Martín Ibarburu, se asemejaba al de su clásico más arriba mencionado pero la cosa no quedó ahí, ya que el "grupo", al que debemos sumar a Popo Romano (¿cuántos dedos tiene ese hombre?) y Jorge Schellemberg, rescató varios temas inéditos que fueron desempolvados durante la investigación de Guilherme de Alencar Pinto (autor de Razones Locas, la biografía del tartamudo) como "Las Sirenas", el propio "Razones Locas" (tocado por Peraza en solitario) y temas de su espectáculo "Guli Guli" ("una cotorra que hacía un relajo bárbaro, Mandrake dixit).



Cada uno de los integrantes tuvo su momento de destaque: Schellemberg cantó "Kin Tin Tan" (la cual ya versionaba en su carrera solista), Mandrake cantó unas cuantas (destacándose "Siestas de Mar de Fondo") y Popo Romano y Pitufo Lombardo hicieron una impresionante versión instrumental de "La Mama Vieja" a puro bajo y percusión. Obviamente estuvieron los "hits", esos temas que hasta el más desprevenido conoce como "El Tungue Le", "Jacinta", "Y Hoy Te Vi", "Los Dedos Negros" y "Tras de Ti" entre otras, y para el cierre, la emocionante "Cuerpo y Alma" dando lugar así a un concierto intimista, cuidado y contenido en sus detalles, a excepción de algunos momentos de desparpajo absoluto de Madrake Wolf, quien desde la voz y la actitud, parece el verdadero heredero de la actitud Mateística, si es que tal cosa existe. 

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