En el marco del programa de Fortalecimiento de las Artes y de manera gratuita en el Teatro El Galpón, comenzó un ciclo de recitales doble programa. El primero de ellos con las actuaciones de Don Nadie y Alberto "Mandrake" Wolf y Los Terapeutas. Estuvimos por allí y te contamos cómo estuvo.
El Teatro El Galpón, así como la Sala Vaz Ferreira, es uno de esos lugares que, ni bien uno entra, no se explica cómo no son utilizados más a menudo para espectáculos musicales como el de ayer. La hermosa (y calurosa) sala ubicada sobre nuestra principal avenida recibió a un público que se debatía entre los últimos coletazos del verano y el incipiente otoño. Gente con bufandas y campera y algún osado/a de remera y bermuda o pollera se dieron cita para ver a Don Nadie y a Los Terapeutas.
Los primeros en salir al escenario fueron los comandados por Sebastián Prada, que de existir en un lugar más justo, deberían estar sonando por todos lados. Pero no estamos en ese lugar justo y, a pesar del tiempo que llevan en la vuelta, los Don Nadie aún son una banda a descubrir para muchos. Su cálida fusión de estilos le puso un poco de color a la noche montevideana a fuerza de buenas canciones en un ajustado set de una hora previo al show de Los Tearpeutas.
Pasadas las 22:30, Alberto Wolf y los suyos (Daniel Jacques en bajo, Pedro Alemany en guitarra, Luis Jorge Martínez en batería y Gonzalo Gravina en teclados) salieron a escena e inmediatamente arremetieron con "De Desesperados", el homenaje de Mandrake a El príncipe Gustavo Pena, que no sonó de la mejor manera, así como también la canción que le siguió, otro clásico inoxidable de la banda pero en versión ralentizada, "De Ellos Dos", tremendo tema que lamentablemente padeció de un sonido que, si bien no era para nada malo, sí resulatba extraño. Esto se corrigió inmediatamente para otro temazo como es "Miriam Entró al Hollywood", que contó con un punteo digno de John Frusciante (ex Red Hot Chili Peppers) de Pedro Alemany, quien siguió, como el resto de la banda, luciéndose toda la noche. Mandrake aprovechó el momento para recomendar la milanesa obrera del bar al que refiere la canción, ubicado en Ejido y Uruguay.
La cosa venía de clásicos y hits y siguió, no bajando nunca el nivel (que siempre fue altísimo en la banda) y brindándole al público temas como "De tan Libre", que tuvo a lo largo de toda su ejecución un tufillo a americanba delicioso; la desopilante "Es Fácil Desviarse" en versión "cachonda" según el propio Wolf, quien se lució dando particulares pasitos de baile y arengando al público a que aplauda y cante; la no menos desopilante "Yaguarón", para la cual Mandrake dejó el micrófono y cantó como un poseso, haciendo del simple "birubí" (o como se diga y escriba) que reza la canción uno de los momentos de la noche; la sentida "Llegaste a Mi" en donde los teclados de Gravina empezaron a ponerse juguetones y ochentosos, aportando al sentimiento y potencia de la versión; "Mis Héroes", en la que Mandrake se extendió sobre quién trata el tema ("mis héroes son todos rotos..pero si se fijan hasta los más cracs hacen cualquier cagada") y cerraron con "Cococho" antes de los bises, para los cuales Los Terapeutas no se hicieron desear mucho, volviendo enseguida para hacer una versión oscurísima de ese standard nacional que es "Amor Profundo", posterior al amague de Mandrake de empezar a cantar "Hotel California".
Un cierre de lujo para el primer show de un ciclo que se extiende con recitales de El Resto de Nosotros/Circo de Pulgas, Ojos del Cielo/Mushi Mushi Orquesta y Mojo/Pecho e' Fierro en la misma sala y de manera gratuita. Después no se quejen queno hay qué hacer en Montevideo. Nosotros avisamos.
El Teatro El Galpón, así como la Sala Vaz Ferreira, es uno de esos lugares que, ni bien uno entra, no se explica cómo no son utilizados más a menudo para espectáculos musicales como el de ayer. La hermosa (y calurosa) sala ubicada sobre nuestra principal avenida recibió a un público que se debatía entre los últimos coletazos del verano y el incipiente otoño. Gente con bufandas y campera y algún osado/a de remera y bermuda o pollera se dieron cita para ver a Don Nadie y a Los Terapeutas.
Los primeros en salir al escenario fueron los comandados por Sebastián Prada, que de existir en un lugar más justo, deberían estar sonando por todos lados. Pero no estamos en ese lugar justo y, a pesar del tiempo que llevan en la vuelta, los Don Nadie aún son una banda a descubrir para muchos. Su cálida fusión de estilos le puso un poco de color a la noche montevideana a fuerza de buenas canciones en un ajustado set de una hora previo al show de Los Tearpeutas.
Pasadas las 22:30, Alberto Wolf y los suyos (Daniel Jacques en bajo, Pedro Alemany en guitarra, Luis Jorge Martínez en batería y Gonzalo Gravina en teclados) salieron a escena e inmediatamente arremetieron con "De Desesperados", el homenaje de Mandrake a El príncipe Gustavo Pena, que no sonó de la mejor manera, así como también la canción que le siguió, otro clásico inoxidable de la banda pero en versión ralentizada, "De Ellos Dos", tremendo tema que lamentablemente padeció de un sonido que, si bien no era para nada malo, sí resulatba extraño. Esto se corrigió inmediatamente para otro temazo como es "Miriam Entró al Hollywood", que contó con un punteo digno de John Frusciante (ex Red Hot Chili Peppers) de Pedro Alemany, quien siguió, como el resto de la banda, luciéndose toda la noche. Mandrake aprovechó el momento para recomendar la milanesa obrera del bar al que refiere la canción, ubicado en Ejido y Uruguay.
La cosa venía de clásicos y hits y siguió, no bajando nunca el nivel (que siempre fue altísimo en la banda) y brindándole al público temas como "De tan Libre", que tuvo a lo largo de toda su ejecución un tufillo a americanba delicioso; la desopilante "Es Fácil Desviarse" en versión "cachonda" según el propio Wolf, quien se lució dando particulares pasitos de baile y arengando al público a que aplauda y cante; la no menos desopilante "Yaguarón", para la cual Mandrake dejó el micrófono y cantó como un poseso, haciendo del simple "birubí" (o como se diga y escriba) que reza la canción uno de los momentos de la noche; la sentida "Llegaste a Mi" en donde los teclados de Gravina empezaron a ponerse juguetones y ochentosos, aportando al sentimiento y potencia de la versión; "Mis Héroes", en la que Mandrake se extendió sobre quién trata el tema ("mis héroes son todos rotos..pero si se fijan hasta los más cracs hacen cualquier cagada") y cerraron con "Cococho" antes de los bises, para los cuales Los Terapeutas no se hicieron desear mucho, volviendo enseguida para hacer una versión oscurísima de ese standard nacional que es "Amor Profundo", posterior al amague de Mandrake de empezar a cantar "Hotel California".
Un cierre de lujo para el primer show de un ciclo que se extiende con recitales de El Resto de Nosotros/Circo de Pulgas, Ojos del Cielo/Mushi Mushi Orquesta y Mojo/Pecho e' Fierro en la misma sala y de manera gratuita. Después no se quejen queno hay qué hacer en Montevideo. Nosotros avisamos.