jueves, 24 de abril de 2014

Otoño en Montevideo

Como ya es una sana costumbre, el festival que nos trae a la ahora interesante -a los ojos del mundo- Montevideo a bandas de primera línea mundial, nos deleitó una vez más con dos fechas que dejaron agotados los oídos y bolsillos.


Día 1

Vieja Historia

El título intenta ser chistoso porque para quienes no tienen idea, Los Hermanos Láser supieron ser junto a Fede Graña (ahora con Los Prolijos) hace algún tiempo ya, Vieja Historia. Banda revelación en su momento que con su actual nombre, sigue sin obtener el reconocimiento merecido. Gusten o no sus temas (todos) podrían sonar con absoluta justicia en las FM de mayor rotación. Su mezcla enérgica de country y bluegrass teñidos de sensibilidad pop los acercan a los kings of Leon de los primeros discos. Los hermanos ofrecieron un show enérgico y compacto que los mostró en su mejor forma ante la gente que recién llegaba y que no alcanzaría a llenar el Teatro de Verano.





Este Hombre Encantador

Luego del desarme y puesta a punto del sonido y ya caída la noche en el Teatro de Verano salió a escena el pequeño gran Johnny Marr. Con una austera pantalla negra con su nombre inscripto en una especie de fucsia de neón, el petiso que ya tiene 50 pinos pero que se encuentra en un estado físico envidiable (¡se fracturó una mano hace poco!) que le permitió saltar cual oso Gummie bajos los efectos de la Gummiebaya (o como carajo le quieran decir) y usar saquito celeste aterciopelado y flequillito mod, dio un show que para quienes lo fueron a ver por su pasado Smith, no pueden haber quedado más satisfechos (de la banda pasaron bien al comienzo "Stop Me If You Think That I've You Herd One This Before", "Bigmouth Strikes Again", en el medio una impresionante versión de "How Soon is Now?" y para el cierre "There is a Light That Never Gos Out") y para quienes no esperaban nada, seguro se llevaron una sorpresa. Es cierto que Marr no es un talento vocal (por momentos emulaba a Mozz al cantar los temas de The smiths), el mismo lo asumió de tal manera que recién se animó a agarrar el micrófono para The Messenger del año pasado, su primer disco solista, pero a fuerza de rockearla se metió al público en el bolsillo, tanto con los temas de su más conocida banda así como también con algunos que son frutos de sus tantas colaboraciones post Smiths ("Getting Away With It", hit de Electronic, banda que formó con Bernard Sumner de New Order), covers ("I Fought The Law" de The Crickets en la era Sonny Curtis pero en versión de The Clash, de quienes todos piensan que es la canción) y temas de su cosecha personal 2013 ("The Right Thing Right", con la que abrió el show, "Generate! Generate!", "Upstarts", entre otras). Redondito.






La Danza de Los Vampiros

Tras la ida de Marr y los minutos de espera de rigor, un empapelado con estampado de flores que bien podría ser el de una blusa que tu tía abuela no usa más cubrió la espalda de los chicos (bien) educados de Vampire Weekend que arrasaron el año pasado con toda lista de mejor disco del año (incluyendo la de la Rolling Stone de allá arriba). El set de los neoyorquinos fue ajustadísimo, técnicamente perfecto pero un tanto frío quizás para los no menos fríos corazones yoruguas que en ese momento optaron por procurar cerveza y pizzetas a precio de oro o evacuar en los baños antes que darles una oportunidad. Quizás el sonido de afropop modelo 2014 de los Vampire Weekend no era el que esperaba el público que ya a esa altura empezaba a sentir el cansancio y quería ver a Black Francis y compañía. Tocaron temas de sus tres discos, del primero sus ya clásicos "A-Punk", "Oxford Comma" y "Cape Cod Kwassa Kwassa" (ese en el que lo nombran a Peter Gabriel, del cual deben haber escuchado So tantas veces como Graceland de Paul Simon) y "Campus", algo así como su costado menos Talking Head y más Stroke. De Contra "White Sky" y "Cousins" fueron las destacadas pero igualmente la importancia estaba centrada en su último opus del cual hicieron una buena cantidad de temas como "Diane Young", "Unbelievers" y "Step" y "Ya Hey". Podrán haber gustado o no, pero el solo hecho que una banda que es cabeza de cartel en cuanto lugar al que va y que está pasando por su mejor momento haya estado ya merece atención.






Llegando Los Monos

Qué decir de los Pixies que no se haya dicho ya? Nada, por lo tanto mejor ir a los bifes como hicieron el gordo Francis y los suyos que salieron a partir cabezas y llevarse todo puesto. La expectativa era alta porque quienes los queremos sabíamos bien en el fondo que lo que vimos hace ya cuatro años en el mismo escenario fue un concierto en piloto automático y porque en aquella oportunidad estuvo Kim Deal, ícono de la banda que no fue de la partida. En su lugar estuvo la medio argentina Paz Lenchantin (que estuvo en el proyecto Zwan de Billy Corgan) y que dividió las aguas entre quienes la amaron al punto que no sintieron la ausencia de la rústica Kim y quienes la vieron como sin gracia y que no "pegaba" a la hora de cantar. Lo cierto es que con mucha soltura y swing se defendió bien la muchacha y hasta cantó ella solita. Clásicos no faltaron pero lo que sí un respiro, ya que los duendes de Boston prácticamente no pararon. La calma llegó con temas como "Magdalena" del flamante Indie City  y "Havalina" pero el resto fue palo y a la bolsa. "Isla de Encanta", "Crackity Jones" y "The sad punk" entre otros, sonaron cual banda de hardcore. También estuvieron los clásicos inoxidables ("Where Is My Mind", el cierrre obvio, "Here Comes Your Man", "Bone Machine" y "Cactus") y alguna cosilla nueva que fue la que no convenció al crítica pero que en Montevideo brilló con la misma intensidad que sus viejos temas, integrándose de forma orgánica al repertorio ("Indie City", "Blue Eyed Hexe", "What Goes Boom"). Un recital que fue como un mazazo para quienes ya veníamos de una jornada de trabajo y debíamos levantarnos al otro día sin energías, ya que nos fue absorbida por estos demonios un martes. Hermosamente ensordecedor.







Día 2

Fuera de Campo

Poncho no hizo falta porque frío no hizo. El jueves 3, luego de un día de descanso vino la fecha electrónica, si se quiere, del festival. Campo dio un show ajustado, cocoliche y multicultural, signo de estos tiempos en los que parece importar más el baile o que la música "mueva" que un riff. Lo cual no está ni mal ni bien. Con el ex Astroboy Martín Rivero en voz, Campo pareció tomarse su tiempo, o demorar simplemente, el poner caliente la pista. Luego de versionar "El Mareo" (tema que quedó inmortalizado en la voz de Gustavo Cerati y con el cual el público comenzó a enfervorizarse).. Si bien Campo le dio color al asunto, cuando se ponía realmente bueno ¡Zas! Como por arte de magia se fue y la gente se impacientaba, ya que eran nada más y nada menos los New Order (o lo que va quedando de él a esta altura) lo que estaba por venir.






Nuevo Orden Mundial

Con una buena puesta de luces, los de Manchester abrieron con "Crystal", temazo que abría aquel regreso con gloria absoluta que fue Get Ready y así se vino la noche con todo. El Teatro de Verano se volvió una pista de baile en la que hasta el más pecho frío pareció bailar o, al menos, mover la patita. Los nostálgicos agradecidos, ya que no sólo sonaron "Blue Monday", "Bizarre Love Triangle"" y "Ceremony" sino también algunas gemas de Joy Division como "Transmission", "Atmosphere" (con la que varios seguro largaron el moco a pesar de hacerse los oscuritos). Por supuesto que el cierre fue con "Love Will Tear Us Apart", el momento cholulo de la noche con fotos de Ian Curtis para que la gente aplauda. 
Bernard Sumner, con la voz un tanto desgastada agradeció infinitamente a Montevideo, prometió que venía a "rockear la casa" y vaya si lo hizo, la única cagada es que no haya venido a rockear con ellos Peter Hook pero bue, todo no se puede. Ya era demasiado para Uruguay que vivió una semana a todo rock, ya que además del Rock N' Fall se venía el Festival de Prado y el Punta Rock. Los oídos agradecidos pero como dijimos antes, los bolsillos no. Igualmente, vale la pena el esfuerzo y lo invertido porque cosas así, no se dan todos los días.