El que pasó fue un año plagado de regresos inesperados, resurrecciones, confirmaciones, hallazgos y, cómo no, algunos cuantos fiascos. En fin...un año como tantos otros a nivel discográfico. En Spleen tratamos de ser lo más puntuales (y también abarcativos, por eso la espera hasta último momento) y les dejamos a continuación lo que para nosotros fueron los mejores discos del 2013 (de por allá). La lista de los de por acá ya vendrá en breve, mientras tanto, pasen y vean.
1- David Bowie - The Next Day
En un año plagado de estrategias comerciales para ver quién la tiene más grande (Kanye West, Beyonce, Daft Punk), con resultados dispares, el duque blanco se reinventa a sí mismo una vez más (¿cuántas veces que lo hace van ya?), y lo logró a través de una campaña basada en el misterio (muchos lo daban por muerto, retirado y vaya a saber cuántas cosas más). Un día de la misma nada apareció "Where Are We Now" y se dió lo que pocos pensaban. Volvió Bowie. Más no podemos pedirle.
2- Daft Punk- Random Access Memories
Ellos sí la tienen grande al parecer porque los franchutes luego del decepcionante Human After All (2008) y la inocua banda sonora de Tron: Legacy (2010) pelaron un disco paradójico, en tiempos del autotune y la manipulación tecnológica a pleno, los robots hacen su disco más orgánico, Lleno de invitados estelares (que hacen las veces de referencias pop dentro del mismo disco) y clásicos instantáneos de esos que escuchamos hasta en la sopa.
3- Paul Mc Cartney - New
Que macca es un grande siempre lo supimos, pero hasta ahora pocos eran sus discos solistas que lo elevaran a la altura de su mito, con la excepción de sus primeras grabaciones en solitario (Mccartney, Ram) y algunos de sus más recientes experimentos como The Fireman que lo mostraron como el verdadero vanguardista y volado que siempre fue, el de Liverpool venía amagando con un clásico de peso propio (Memory Almost Full y Chaos and Creation in the Backyard eran muy buenos discos pero les faltaba ese algo). Este es el disco que se merecía y también nosotros.
4- Arcade Fire - Reflektor
Los comandados por Win Butler y su pareja, Regine Chassagne llevan su épica a la pista de baile. Luego de despacharse con un par de clásicos de nuestra época (Funeral, The Suburbs) la banda se puso ambiciosa y, tras la escucha de música caribeña, africana y latina, le dieron un sonido más denso e intrincado a sus ya de por sí siempre bellas canciones. Lo tribal le gana a lo ampuloso y es ese toque casi pospunk si se quiere el que vuelve a este enorme disco doble totalmente irresistible. Otro punto para Canadá.
5- Queens of the Stone Age - ...Like Clockwork
¿Heavy Soul? ¿Sexy Metal? No sabemos si ya existen esas categorizaciones, pero de no ser así, es válida cualquiera de ellas para el último disco de los liderados por el colorado Homme que, con una ayudita de sus amigos (Trent Reznor, Dave Grohl, Alex Turner, ¡Elton John!) sale de la mala y entrega su mejor disco hasta la fecha desde Songs For the deaf. Tremendo.
6- Deerhunter - Monomania
Como si se hubiesen escuchado de atrás para adelante esa caja sagrada que es Nuggets, el freakie de Bradford Cox y los suyos pelan un álbum a toda psicodelia y garage. Claro está que no emulan sólo a esas bandas, sino que a esos ritmos los pasan por su filtro de guitarras mugrientas y melodías deformes que vaya a saber uno cómo, terminamos tarareando. Luego de su excelente Halcyon Digest (2010) nos llega la confirmación de lo que sospechábamos, habrá que seguirle la pista a estos muchachos.
Luego de haber formado The Czars en los 90 (como somos honestos debemos reconocer que no teníamos idea de su existencia) y debutar como solista en el 2010 con su celebrado Queen of Denmark uno puede encontrar en el barbudo otro músico a quien querer. Turbulento y autorreferencial a la vez que bailable, su disco tiene tela para cortar para rato y además es portador una de las frase del año: "I am the greatest motherfucker that You ever gonna meet". Honestidad brutal.
O de cómo dos pendejos de 19 años que viven con mamá y papá hicieron el mejor disco de música de baile del año! en el altillo de su casa! Si fuese en el sótano es lo mismo. El disco de estos dos hermanitos ingleses parece una recopilación de lo mejor del house de otra época y pide pista todo el tiempo. Adictivo.
9-Phosphorescent - Muchacho
El tipo -Mathew Houck es su nombre- viene siendo uno de los secretos mejor guardados del indie norteamericano desde hace tiempo pero sin dudas Muchacho es su disco definitivo, el que quizá lo catapulte, no a la fama pero sí al reconocimiento un tanto más masivo. Proveniente de la misma ciudad que los R.E.M y B-52´s (Athens, Georgia), Houck posee esa sensibilidad pop y la aplica a melodías de folk rock evocativo y de una calidez descomunal a pesar de dejar entrever cierto regusto a melancolía. Las delicadas guiatarras esta vez están tamizadas por secuencias electrónicas. Una delicia.
10- Kurt Vile - Wakin on a Pretty Daze
El pelilargo ahora está en sello grande (Matador) y para estar a las altura de las expectativas viene a confirmar lo que el también excelente Smoke Ring From My Halo (2011) ya vaticinaba. Tan influenciado por Tom Petty como por Pavement, así como por Neil Young y Sonic Youth, Vile entrega un disco cálido y luminoso como pocos.
11- Bill Callahan - Dream River
Despojado quizás sea la palabra que mejor defina al último disco de Callahan. Suena extraño que este siempre inquieto músico que trabajó con gente como Jim O´Rourke y John Mc Entire de Tortoise suene así pero es lo cierto. Dejando de lado la experimentación de otros tiempos. con guitarra eléctrica (pareciera no haber ni una acústica) y percusiones mínimas, el bueno de Bill entrega un disco para escuchar de principio a fin en perfecta armonía con todo lo que a uno lo rodea.
12- Nick Cave and The Bad Seeds- Push the Sky Away
Nick Cave y sus Bad Seeds (sin el histórico Mick Harvey en sus filas) entregan otro disco irreprochable y lleno de bellas canciones. Ideal para las penumbras de las noches solitarias, para escuchar con un vaso de algo en la mano,o no. Un disco en el que el australiano se recibe de sí mismo llevando su aura de nocturnidad y sordidez a empujar el cielo, cosa que desde siempre hicieron sus canciones.
13- Jagwar Ma - Howlin
Y de Australia siguen llegando noticias. Una de las bandas nuevas del año proviene de la tierra desértica de los canguros y algo de eso hay en su música (del desierto no de los canguros), que viene teñida de lisergia y ritmos psicotrópicos para las masas. Un disco que, para instar a alguien a que lo escuche, se lo puede emparentar con MGMT, pero sólo de manera superficial, ya que acá toda la escena Madchester y Primal Scream le ganan terreno a los psicodélicos 60. Retrofuturista que le dicen.
14- Arctic Monkeys - AM
Parece joda que Alex Turner y los suyos ya tengan cinco discos en su haber. Del acné inicial a las camperas de cuero y un sonido bien oscurito y amenazante actuales -que ya hicieron suyo desde que se toparon con Josh Homme- los inglesitos han recorrido un largo camino que cada vez más los aleja, musicalmente, de las islas que los vieron crecer. Fuera de toda ambición en cuanto al sonido acá hay una confirmación de principios y de sonar como ellos mismos, que se resume en el en apariencia simple título del disco.
15- Haim - Days Are Gone
Tan revitalizante como un sorbo de nuestra bebida preferida cuando tenemos sed. Así de fresco suena el disco de estas tres hermanas oriundas de Los Angeles que ya ficharon en el sello de Jay-Z y que parece, no las para nadie. Si bien su música ha sido comparada con el Fleetwod Mac de los 70 lo cierto es que hay otros elementos, como sonidos propios de la new wave, el soul o el rock de los primeros 90, aparte del sol y la onda de California en sus contagiosas melodías. A seguirles el paso también.
16- Atoms For Peace - Amok
Thom Yorke reclutó aun par de nenes (entre ellos Nigel Godrich, productor de Radiohead y Flea, bajista de Red Hot Chili Peppers) para juguetear un rato en el estudio durante sus ya acostmbrados impasses con su banda de siempre. Lo que salió es un disco en el que se filtra el amor de Yorke por el Afrobeat de Fela Kuty, la electrónica árida de Autreche y el ambient de Aphex Twin. Un disco de espíritu libre y juguetón, para nada opresivo, que lo muestra al lider de Radiohead en su faceta más lúdica.
17- Laura Marling - Once I Was an Eagle
Resulta que la señorita hace unos años tenía una banda y salía con uno de sus integrantes. El tipo no sólo la dejó y se llevó a la banda con él, sino que se convirtió en su cantante y le puso Mumford & Sons. Pero eso es otra historia, ya que a Laurita tan mal no le va. Este año que pasó entregó esta pieza frágil y delicada que tiene su faro en Blue de Joni Mitchell y que está plagada de bellas y extrañas canciones que están todo el tiempo desafiando a quien las escucha a hacerlo atentamente. Bello.
18- Elvis Costello - Wise Up Ghosts
Elvis, el otro, se deja de ñoñerías con el jazz, las orquestas y Burt Bacharach ahora que demostró que puede hacer de todo (inclusive un hit para una película protagonizada por Julia Roberts que le dió, irónicamente, el reconocimiento después de dos décadas de excelentes discos al mando de su banda The Attractions) y se pone funkie al extremo de que, salvo por su particular registro, podríamos pensar que es otro quien grabó el disco. Si bien esta es otra muestra de versatilidad, Costello vuelve a tener sangre en el cuerpo y rockea de lo lindo. Regreso con gloria.
19- My Bloody Valentine - MBV
La pregunta obvia que surge en el caso de un lanzamiento como este es si hacía falta, si era necesario. Y si bien podemos contestar negativamente, desde la edición en 1991 de el mítico Loveless, la cantidad de bandas post rock y shoegaze que han surgido y tanto le deben a My Bloody Valentine es enorme y, por lo tanto, es entendible que Kevin Shields haya vuelto por su corona. El solo hecho milagroso de que, 22 años después haya nuevo disco de My Bloody Valentine le da un lugar en esta lista.
20- David Lynch - The Big Dream
Sí, leyó bien. David Lynch, el director cinematográfico, editó un disco. Ustedes se preguntarán cómo es, y bueno, es un disco de David Lych y, por lo tanto, hay cierta locura, ese aura brumosa propia de los sueños (o las pesadillas) y mucho desconcierto. David suena por momentos a Tom Waits, por momentos a Massive Attack y casi siempre a fonola vieja tocando vinilos de Skip James, Robert Johnson o Screamin' Jay Hawkins pero cantados como si hubiese aspirado helio. ¿No se entiende? ¿No lo imagina? De escucha obligatoria.
21- Chelsea Light Movement - Chelsea Light Movement
Ahora que Sonic Youth se desbandó, que Lee Ranaldo editó un segundo disco (que no está a la altura del que editó el año pasado pero tampoco está mal) y que Kim Gordon formó Body/Head, Thurston que fue el que siempre se cortó solo formó nueva banda para mostrarnos que es el alma de la entrañable formación neoyorquina que, algún día, quizás vuelva. Mientras tanto lo editado bajo Chelsea Light Movement es en cuanto al sonido, lo más parecido a la juventud sónica. Es algo así como un parche momentáneo que nos hace extrañarlos menos a todos juntos.
22- Mikal Cronin - MCII
Lo de este muchacho Mikal es pop rock del mejor, sin nunca llegar a volcarse más para un extremo que al otro. Hay guitarras acústicas sí, pero en contrapunto con una eléctrica bien distorsionada y pianitos increíbles. Quiebres de ritmo que te toman por sorpresa en serio y voces enormes, dobladas y vueltas a grabar, algo muy Baech Boys. Un disco disfrutable y que genera las ganas de cantarlo a viva voz, lo cual, nunca va a estar mal. Temas pegadizos -para bien- como "Shot It Out" serían necesarios para la vida diaria.
23- Neko Case - The Worse I Get, The Harder I Fight, The Harder I Fight, The more I Love You
La otrora integrante de The New Pornographers, amigota de A.C. newman y Dan Bejar edita disco tras cuatro años y lo hace a manera de catársis, ya que debió sobrellevar dolorosas situaciones familiares que dieron lugar a algunos de los más bellos y frágiles temas de este disco, cuyo demoledor (también por lo extenso) título está a la altura de los de Fiona Apple. En cuanto a la música, además de "Man", quizás el tema del disco, sobresalen sus covers de Nico ("Afraid") y Robyn Hitchcock ("Madonna of the Wasps"). Si bien puede que no sea su obra maestra, es el disco más accesible de su carrera, lo cual no necesariamente indica una baja en la calidad.
24-Dean Wareham - Emancipated Hearts
En el año que se nos fue Lou Reed, uno de los artistas que más lo emuló durante toda su carrera, Dean Wareham (fundador de las ya míticas Galaxie 500 y Luna) no es que tome la posta, pero es uno de los que más y mejor nos hace recordar al neoyorquino. Un EP (formato que sirve como plataforma para los futuros LP y que parece estar cada vez de moda en estos tiempos que corren) que poco tiene que envidiarle a un largo, ya que sus seis preciosistas temas (acompañados de un remix y un bonus) son de una excelencia apabullante. Un tipo que siempre estuvo Dean, pero que ahora se está haciendo notar nuevamente.
25 -Franz Ferdinand -Right Words, Right Thughts, Right Action
¿Es posible que luego de haber participado de aquella fiebre retro a principios de los oo's, aunque de manera un poco más tardía, el mejor disco de los escoceses sea del 2013? La respuesta es sí, ya que si bien no están "Take Me Out" ni "The Dark of the Matinee" la potencia y frescura arrolladoras de este disco hace que nos olvidemos de esos hitazos que los pusieron en el mapa rockero mundial. Estos herederos de sus compatriotas The Pastels y Orange Juice, pero también de Gang of Four y Pulp hacen honor al título del disco y la tienen más clara que nunca.
26- Anna Calvi - One Breath
Luego de su impecable debut homónimo del 2011, esta inglesa de nombre para nada británico sigue los pasos de la gran PJ Harvey y entrega un disco impecable, cargado de un pop bien mugrientito, de guitarras sucias y desprolijas (tocadas por ella misma) con raptos de caos grandilocuente. Climas cinematográficos que le dan un carácter tan épico como denso. Un disco que se balancea entre el sonido y la furia. Otra artista a seguir.
27- MGMT - MGMT
Hay que darles una oportunidad, porque llega fin de año y las listas se han olvidado de ellos que nos entregaron el increíble Oracular Espectacular hace ya siete años. Luego de la resaca de ese gran viaje technicolor que derivó en el oscuro Congratulations (2010), Andrew Van Wyngarden y Ben Goldwasser llegan a la madurez. Claro que eso no precisamente tiene que ser bueno pero resulta que lo es en este caso, ya que para ellos fue la forma de lograr un sonido que deja de lado posibles bizarreadas y hipstereadas para crear el foco en los climas y en las canciones.
28- Vampire Weekend - Modern Vampires of the City
Los nenes lindos de Nueva York son otros que parecer haber madurado de golpe para su tercer y esperado disco. Los hipsters de la actualidad, encantados. Ya que tendrán de qué hablar durante todo el año que queda. Los Vampire Weekend se despojan (no del todo, que igual es bastante) de ese lado tan afín a chorear de discos como Graceland de Paul Simon y So de Peter Gabriel. Es cierto que ahora que parece agarró la posta el tecladista y co-productor del álbum Rostam Batmanglij, se les fue un poco la obsesión por el afropop que al primer disco le bancábamos, pero para el segundo...
29- Unknown Mortal Orchestra - II
Podemos nombrar a este disco como el más improbable de los discos ruteros. Si al escuchar la música no les parce lo que le decimos hagan la prueba de escucharlos en un viaje. Una cantidad de influencias son conjugadas por esta banda mitad estadounidense mitad neocelandesa, y van de George Harrison y Big Star, a bandas más actuales como Grizzly Bear y Local Natives, pero con una vuelta de tuerca, ya que hay algo de ensoñado y atmosférico que los vuelve particulares. Otra confirmación.
30- Yo La Tengo - Fade
Los de Hoboken, EE. UU. siguen editando y poco importarán las modas y tendencias, Ira Kaplan y su esposa Georgia Hubley, más el paleta de James Mc New, siguen haciendo la música que les gusta y tan bien les sale. Un regreso por partida doble -junto con el disco de Dean Wareham- de esos adoradores de The Velvet Underground que seguramente estén extrañando al viejo Lou. Seguro muchos lo pasaron por alto a la hora de balances ya que salió recién comenzado el 2013. Por suerte la buena música queda.
31- Primal Scream - More Light
Bobby Gillespie y compañía vuelven a la buena forma luego de ese extraño traspié que fue Beatiful Future, ya que digan lo que digan, hasta sus discos más obscenamente rollingas están buenísimos, como Riot City Blues. Si bien no es que se olviden de ese lado suyo, lo cierto es que este es un disco sin concesiones para quien lo escucha. Abre bien arriba con "2013" de más de diez minutos de duración y no da tregua, conjugando lo mejor de su sonido más agresivo (XTRMNTR) con el más relajado y drogón (Screamadelica). Es bueno tenerlos de vuelta.
32- The National - Trouble Will Find Me
Ahora convertida en una de las bandas de las grandes ligas, estos señores melancólicos de Brooklyn vuelven al ruedo tras su celebrado, aunque para muchos sobrevalorado, High Violet. Si bien no hay cambios sustanciales en lo musical con respecto al mencionado disco, si podemos confirmar que la banda parece haber tomado ese camino de la canción frágil y a medio tiempo que contrastaba a aquel con discos como Boxer y Alligator, un tanto más "enérgicos" si se quiere. Si bien estamos ante un gran disco, puede que en el próximo estos eternos sentimentales deban dar un vuelco inesperado. Veremos...
33- Eels - Wonderful / Glorious
Mark Everett vuelve por lo suyo. Esta alma atormentada venía medio en declive después de Hombre Lobo (2009) pero parece que tiene una facilidad pasmosa por sacar discos buenos, uno atrás del otro, así como así. Después de un par de discos que no le hacían justicia a su talento vuelve con uno redondo y lleno de hits que no serán y que deberían sonar en las radios del mundo, si es que existe la justicia. Cosa que sabemos que no es así. A pesar de todo es verdaderamente glorioso, maravilloso.
34- Gregory Porter - Liquid Spirit
Tras haber sido nominado a los Grammy y un montón de cosas más que no importan demasiado, Porter firmó con Blue Note y, si bien el sello está basado en la edición de jazz, el cantante trasciende el gueto del mismo con un disco delicioso, que recuerda a lo mejor de la música negra de todas las épocas, porque no sólo del jazz se alimenta el hombre (que se alimenta bien dicho sea de paso), sino que también lo hace del soul y el funk. Excelente prueba de esto es el tema que da título al álbum. Para poner al lado del de Charles Bradley (que comentamos más abajo).
35- James Blake - Overgrown
En niño bonito y mimado de la música británica por suerte ya no es James Blunt (y esperemos que no quede encasillado ahí Jake Bugg, al que todavía le apostamos unas fichas), sino quien nos ocupa, James Blake. El señorito oriundo de Londres viene a confirmar lo que lo convirtió en promesa en su álbum debut que llevaba su nombre y salió en el 2011. Si bien el título de su nuevo disco en español sería algo así como "descuidado", lo cierto es que nada suena librado al azar en él. Lleno de texturas, bases y melodías minimalistas que son una prolongación de lo que venía desarrollando, el disco es un paso adelante y un salto de calidad que lo pone a la avanzada en cuanto a lo que canción electrónica refiere.
36- Youth Lagoon - Wondrous Bughouse
Ya desde la portada puede verse algo que podría interpretarse como la psiquis (un tanto enfermiza y aniñada por cierto) de Trevor Powers, nombre real de quien lleva adelante este loco loco proyecto llamado Youth Lagoon, quien dio un salto musical tal que, pasó de grabar su primer disco en su cuarto a grabar en un estudio y utilizarlo como un instrumento más. Y todo al servicio de la psicodelia más densa y delirante. La paleta de sonidos muta en colores si uno cierra los ojos y es esa sinestesia la que lleva adelante todo el disco. Psicotrópico.
37- Foals - Holy Fire
Los potros dejaron de hacerse los tales y ahora se pusieron oscuritos y postpunk en serio. Atrás quedó cierta alegría y ganas de dar saltitos de sus previos Antidotes y Total Live Forever . La cosa se puso densa y por momentos amenazan con ponerse nu metal o incursionar por el lado Chili Pepper del la vida, pero no. Los de Oxford salen airosos y entregan un tercer disco a la altura de lo que venían haciendo hasta ahora.
38- Black Sabbath - 13
Si bien parece mentira, no lo es. Después de mil vueltas y alguna que otra peleíta (se fue Bill Ward y fue sustituido por Brad Wilk, de Rage Against the Machine) los tres Sabbath de siempre se pusieron al servicio del Rey Midas en reversa de los productores musicales, Rick Rubin, que todo lo que toca es oro y revive casi que literalmente a los muertos y le devuelve a la banda ese sonido valvular por el que alguna vez fueron grandes e influenciaron a tantos. He aquí un poco de justicia.
39- Jake Bugg - Shngri - La
Y he aquí otro de los producidos por el mencionado Rick Rubin. Este nene mimado pero terrible de Inglaterra había pelado con tan sólo 18 años un disco que fue la sorpresa del 2012, sobre todo por el hemisferio norte ya que aquí recién se editó este año y, el disco que nos ocupa no ha llegado aun. Entre (sin querer exagerar) el Bob Dylan circa 62 y los Arctic Monkeys de los primeros discos, Bugg se carga al hombro un disco que es un algo sí como una versión perfeccionada del primero. Si bien lo ultraproducido aun no le queda mal debemos esperar a ver para qué lado agarra este muchachín.
40- Flaming Lips - The Terror
Ya han pasado casi doce años del reconocimiento masivo de estos verdaderos locos de mierda, pioneros en eso de poner todo patas para arriba, que coquetearon con el pop mainstream cuando editaron el esencial Yoshimi Battle Pink Robots y, luego de haberlo logrado, volvieron a lo mismo de siempre: rock en estado de ácido constante. Los tipos luego de Embryonic y diversos experimentos, como versionar Dark Side of the Moon (¡!), siguen buceando por los recovecos del inconsciente drogado de alguien y entregan de esa forma un nuevo disco tan árido como perturbador. Como en sus inicios, los Lips se van de mambo.
Los otros falsos franchutes del año son los Phoenix, liderados por Thomas Mars, más conocido por ser el esposo de la hija de Francis Ford Coppola (sí, Sofia) que por sus canciones. Aunque mal no le va, ya que venían de romperla con ese pequeño clásico instantáneo que fue, y es, Wolfgang Amadeus Phoenix. Si bien Bankrupt! no es la continuación del antes mencionado, ya que no es un disco portador de tantos hits, no importa. Además la jugada parece deliberada y resulta efectiva. Que sigan haciendo lo mismo aun no nos molesta ya que se toman su tiempo y por ahora su pop grandilocuente sigue sonando fresco.
42- Julia Holter - Loud City Song
Resulta que esta señorita viene editando discos inspirados en textos desde siempre. Ya Tragedy (2011), su primer disco, estaba inspirado en "Eurípides" y el segundo Ektasis (2012) también venía por ese lado. Para no ser menos, su tercer opus, está inspirado en "Gigi" de la escritora Colette. Fuera de todo esto que puede confundir más que enriquecer el interés por escucharla, están las canciones, que la emparentan con osadas como Laurie Anderson, Julianna Barwick o Kate Bush. Un álbum taciturno y para escuchar bien puertas adentro.
Quien esté al corriente de lo que acontece en el mundo musical sabe que Suecia ha sido y es una factoría musical que abarca desde el pop (ABBA, Ace of Base) hasta el más extremo metal y garage rock (The Hellacopters, Turbonegro) sin escalas. De esa jungla es de donde salió The Knife, que demoró bastante (siete años) en editar este, su cuarto álbum. Quizás sean la extrañeza y lo descolocado que queda uno al escuchar este disco, lo que lo vuelva fascinante a pesar de lo desparejo y extenso de algunos tracks. El disco extremo del año junto con el de Fuck Buttons.
Un disco tan atemporal que hasta luce como si fuese de otra época, más precisamente en la que reinaban sellos como Motown y Stax. Este tipo de 65 años recién editó su primer disco en el 2011 y se ganaba la vida como imitador de James Brown, y si bien suena un tanto cruel decirlo, no intenta otra cosa más que eso, imitar. Pero lo lleva a reivindicar a una cantidad de cantantes claves para la cultura negra en EE.UU. (Otis Redding, Al Green, Sam Cooke, Marvin Gaye) de una forma tan magistral que es simplemente irresistible.
45- Junip- Junip
José González retoma a su banda formada con amigos de la infancia, de la que se fue para emprender su carrera solista y luego, volver nuevamente. Luego de Fields (2010) vuelve con su banda de siempre, un poquitín más electrificado quizás, pero con el mismo espíritu de canciones cocinadas a fuego lento. De chispa instantánea sí, pero de sutil psicodelia. Cálido como un témpano de hielo.
Un disco de house retorcido que lleva al extremo las cosas que en su momento también llevó DJ Shadow. Un disco en el que se nos agarra del cuello y de ahí a la pista de baile interior de uno. Un disco desafiante y juguetón a la vez. De esos para que la fiesta garpe.
47- Fuck Buttons - Slow Focus
Provenientes de Bristol, ciudad que dio a conocer a los cultores de eso que se dio en llamar trip hop (Massive Attack, Portishead), vienen estos dos que se criaron escuchando a nenes como Aphex Twin o Mogwai, influencias que al dúo le hizo pelar un disco tan siniestro e impactante como pocos. Drone de arranques alucinatorios. Sólo para intrépidos.
48- Janelle Monáe- The Electric Lady
Si alguien estuvo buscando a la heredera de Erykah Badu que no busque más, Aquí está, es la mutante Janelle Monáe, quien ya hubiera sorprendido hace unos años con The ArchAndroid y que vuelve con todo, con un disco bajo el brazo que doblega la apuesta de aquel. R & B + soul + hip hop + ciencia ficción = Funky futurista.
49- Chvrches - The Bones That You Believe
Chvrches (léase churches) es el pop en el buen sentido, ejecutado por gente que lo entendió bien. Cosa que suele suceder poco. El trío escosés despliega todo su encanto y gracia en un disco con la dosis de "comercialidad" justa, para que no patine y se vuelva del montón. El ser de la tierra de The Pastels y Orange Juice algo debe tener que ver en su irresistible synth pop que remite tanto a los 80's como al futuro y presente de este siglo.
Ya se venía venir con los simples que sonaron antes del disco, pero el caso de esta muchacha de 17 años (¡!) es arrollador. Desde Nueva Zelanda y para el mundo. Lorde se viene comiendo en dos panes a todas las chicas que hacen pop en cualquier lado. El suyo es pop tan bien entendido, que le caben las mismas palabras que le caben al disco de Chvrches. Sus letras no está exentas de ironía y respiran buena música. Prometedor.