sábado, 31 de diciembre de 2016

Los discos uruguayos del 2016




10-  Eli Almic & Dj RC - Hacé Que Exista















El toque femenino que el hip hop local necesitaba. En un gran año para la escena local, que demuestra que no sólo goza de muy buena salud, sino también que crece a ritmo sostenido, Eli Almic -secundada por las potentes bases de Dj RC- nos regala un disco fresco y honesto que confirma lo que vaticinaba en el EP Rara Vez.





9- Oro - Que Así Sea















Como titulaba Oro su disco del 2013, lo suyo es blues pesado. Con una notoria influencia de los power tío que marcaron a fuego a la música del otro lado del Río de la Plata (Aeroblus, Manal, Pappo's Blues) pero yendo hacia territorios más colgados aun, que pueden remitir hasta a Black Sabbath, el de oro es rock potente, sucio y desprolijo.





8- Martes Mártir - Carcasa















Martes Mártir vuelve a la carga, pero esta vez poco hay de aquellos temas que hasta se podía decir, tenían un "gancho" pop de su debut homónimo del 2014. El que quiera escuchar "Fotógrafo Mata poeta" o "59%", mejor que pruebe con otra cosa, porque el sonido de los mártires se vuelve áspero, crudo y machacante. Más punk que post, Álvarez y los suyos dan un salto al vacío y salen de la comodidad para brindar justamente lo contrario. Tan sólo les bastan veintiocho minutos para sacudirnos.






7- O'Neill - Baja Fidelidad a Todo
















Otro disco en el que los integrantes de Alucinaciones en Familia Pau O'Bianchi y Fabrizio Rossi meten mano (en producción y masterización respectivamente) y que resulta en otra exquisitez pop trash. En la licuadora de esta banda entra todo lo imaginable, desde el susurro amable al noise. Destaque especial para esa joya que se llama "Presentismo". Un disco con uno los títulos más elocuentes de por acá. Toda una declaración de principios.





6- Iván y Los Terribles - El Maestro Interior















Iván Krisman (La Teja Pride, La Hermana Menor) ya había demostrado con su banda Los Terribles en Los Incautos No Fallan, de hace dos años, que tenía una voz propia y mucha música para dar. En su último disco hay de todo y para todos, desde homenajes a New Order ("Zweig") a lo que saldría de la cruza de Charly García de "Total Interferencia" con Tom Waits ("Sin Obturador"). Post post punk.








5 - Sr. La Muerte - The Power















Tras el temible nombre de Sr. La Muerte está el dúo conformado por Roca y Manu, quienes hacen el chiste de The White Stripes al revés: en lugar de no haber bajo, aquí no hay guitarras. Con influencias que van del garage a la psicodelia, pasando por el kraut rock ("Motorik" es un homenaje evidente), Sr. La Muerte se planta como una de las bandas uruguayas a tener en cuenta, más sabiendo que canciones suyas se titulan "Intriga en el Chuy II", "God is a Drug" e "Introducción a la Materia", por sólo nombrar algunas.






4- Pau O'Bianchi - Registros Akáshicos 















Quienes le venimos siguiendo el rastro desde épocas de 3 Pecados sabemos que Pau O'Bianchi es un tipo inquieto y de múltiples proyectos. Sin embargo, el año pasado fue consagratorio: no sólo editó uno de los discos más importantes de la música uruguaya, sino dos (el "disco mágico" junto a Lucas Meyer y Fer Henry y el debut de Alucinaciones en Familia), además del bonito trabajo de María Rosa Mística. Bien podría haberse tomado un año sabático o disfrutar del reconocimiento de tales logros. Pero no. El tipo editó disco solista y con Jesús Negro y los Putos. El que nos ocupa es otra muestra más de que Pau respira música y seguramente para crearla desayune con anfetas. Mágico y misterioso.






3- Los Buenos Modales - Los Buenos Modales















La sorpresa del año. Para los que pensaban -como nosotros- que AFC es la posta del hip hop charrúa, llegó una cruda competidora. Bajo el nombre de Los Buenos Modales se escudan el dúo de beatmakers Pan y Dubchizza, que con la colaboración de una troupe de MC's (Santi Mostaffa, Eli Almic, Hache Souza, MC Quito, Seba Jones, Arquero, Dj Sapo y Berna) pelan uno de los discos del año. Con un sonido que nada tiene que envidiarle a los exponentes del hemisferio norte en la materia, el dúo va de las influencias del acid jazz ("Clássico") al trip hop ("Gala"), con un resultado adictivo y refrescante.







2- Mux - Mux















En la senda de la canción pop con ribetes psicodélicos, electrónicos y experimentales como la que encaró Radiohead en In Rainbows, para tener una referencia, los Mux editaron este autodenominado -con justicia- "primer disco del año" (salió el primero de enero) en el que se destacan las bellas "Canción Nueva", "Feel de Año" y, sobre el final, las excelentes "Sin Pensamientos" y "Observador". Loca belleza.






1- Carmen Sandiego - Mapas Anatómicos















Ya desde el genial arte de tapa (perteneciente a Martín Batallés y Gabriela Costoya) se nos anticipa cierto cariz espectral e hipnótico, y es en esa onda deudora de Yo La Tengo que abre el disco con "Dos Sábados". Sin embargo, el resto del mismo es una genial síntesis del sonido que vienen gestando los comandados por Flavio Lira y Leticia Skrycky (¿en qué otra banda un tema titulado "Eructo de Semen" puede resultar tierno y rockero a la vez?). En este disco la banda consolida lo que logró con su anterior y también muy recomendable Ciudad Dormitorio (2013), agregándole una cuota aventurera que le hinca el diente a lo bailable ("La Telefonista") y se le anima a Fernando Cabrera (la versión de "Iluminada" que cierra el disco, de más de diez minutos). Fuera de las influencias y parecidos. podemos decir sin temor a equivocarnos que estamos ante la mejor versión de los Carmen Sandiego, una de las mejores bandas de rock de Montevideo.

























miércoles, 21 de diciembre de 2016

2016


Los discos del año de por allá


Este año será recordado por muchos como uno de los más feos que nos ha tocado vivir. Se nos fueron muchos grandes, "el mundo libre" estará gobernado por un payaso y unas cuantas cosas más. Pero por suerte nos queda la música. Estos son los mejores discos del año de por allá (ya vendrá lista de Hispanoamérica y Uruguay). Pasen y vean, y también escuchen.


30- Bob Dylan - Fallen Angels














El viejo lo sabe. No le queda mucho camino por recorrer y se despacha a gusto haciendo lo que se le canta, que en este caso son nuevamente canciones famosas por haber sido interpretadas por Frank Sinatra. El resultado es más de lo mismo y a la vez, es encantador. Un calco del concepto de su predecesor y exitoso Shadows in the Night. Un disco para escuchar en la penumbra con un farol de whisky en la mano.







29- Swans - The Glowing Man















Michael Gira y los suyos son unos verdaderos cruzados del rock. Lo suyo no es música linda, bonita o que suene bien. O sí, porque bien suena, pero la cosa va por otro lado. Escuchar a Swans es todo una experiencia física, mental y auditiva. Sus discos son extensos (¡este dura casi dos horas!) y resultan todo un tour de force. Desmedida y por momentos aterradora, la de Swans no es música para las almas sensibles. Sólo para intrépidos.






28- DJ Shadow - The Mountain Will Fall














Al igual que lo que les pasó a The Avalanches con Since I Left You, el éxito y consenso crítico que generó allá por 1997 DJ Shadow con Endtroducing, le debe haber significado una bendición y a la vez, una maldición: todo lo que fuese hecho posterior a ese álbum mágico y consagratorio iba ser irremediablemente comparado con él. Sin embargo, sus discos siempre fueron de una arquitectura sonora única, que bebía tanto de las fuentes del hip-hop como de la electrónica más funcional. Este es otro de ellos.








27- Blood Orange - Freetown Sound














Devonte Haynes, más conocido por su nombre artístico, Blood Orange, es de toda la camada de cantantes de neo soul futurista el más especial y con onda. En Freetown Sound le pone a la música más sexy todo el condimento político. O sea: música para ponerla con mensaje político y conciencia social y de género. ¿Qué más quieren? Como un Marvin Gaye SXXI y gay, Blood Orange confirma lo que mostró con su anterior e interesantísimo Cupid Deluxe (2014) en un disco desbordado y lleno de ideas.








26- Richard Ashcroft - These People














¿Se acuerdan de Richard, caminando estoico y bardero, pechando gente por alguna calle inglesa en el video hoy clásico de Bittersweet Simphony de The Verve? Luego de haberse perdido por seis años, y tras un intento de regresar con la banda por la que será recordado, Ashcroft lanzó de manera un tanto sorpresiva este These People, que está para poner al ladito nomás de sus dos primeras incursiones en solitario (los muy recomendables Alone With Everybody y Human Conditions). No hay nada nuevo bajo el sol pero es bueno tener noticias de alguien cercano de vez en cuando (a pesar de los horribles videos que hizo para los temas del disco).







25- Primal Scream - Chaosmosis














Bobby Gillespie cambia de formación pero no de mañas. Si bien en Chaomosis no nos enfrentamos ante otra obra maestra del calibre de Screamadelica, Vanishing Point o XTRMNTR, hay un poco de las tres en este álbum. Salvo por el bastante olvidable Beautiful Future (2008) no hay puntos bajos de verdad en la carrera de Primal Scream y no estamos ante una excepción. Desde el sonido adictivo y envolvente de "I Can Change" hasta el irresistible y juguetón "(Feeling Like A) Demon Again" todo vuelve a brillar.







24- Dinosaur Jr. - Give a Glimpse of What Yer Not














J Mascis, Lou Barlow y Murph parece que no se llevan muy bien en el fuero interno, sin embargo, desde su regreso en el 2007 no han parado de editar bellísimos discos, llenos de guitarras memorables, estribillos gancheros y una adolescencia eterna digna de unos verdaderos slackers . Este es su cuarto disco desde el mencionado regreso y es en verdad apabullante la fuerza de estos vetes que debieran tener más reconocimiento del que se les ha dado. "Be a Part", "Good to Know" y "Lost All Day" están entre lo mejor de su cancionero.







23- Paul Simon- Stranger to Stranger















Muchos que en algún momento nos creímos "rockeritos" durante bastante tiempo subestimábamos e incluso despreciábamos a gente como Paul Simon. Sin embargo si uno le hinca el diente a sus primeras incursiones solistas (su debut homónimo del 72 y sobre todo el maravilloso Still Crazy After All These Years del 75) ya de más grande, puede darse cuenta que era un vejiga y se estaba perdiendo de algo muy bello. La crítica en general coincidió en que este es el mejor disco de Simon desde su mega exitoso Graceland (1986), y es difícil disentir.







22- Jagwar Ma - Every Now and Then















Estos australianos retorcidos se empaparon de la psicodelia preciosista de Tame Impala pero también de la locura de sus coterráneos The Avalanches. Con un sonido oscurito pero bailable, en su segundo opus el trío amplía los horizontes que los llevaban desde sus áridas tierras hasta el madchester de fines de los 80 (hay ecos de Stone Roses y Primal Scream en ellos sin nunca caer en la copia burda). Un segundo disco de confirmación que nos deja en claro que son una banda a seguir. Contagioso.








21- William Bell - This is Where I Live














Como en su momento lo hicieron Solomon Burke (Don't Give Up on Me), Al Green (I Can't Stop) y Bobby Womack (The Bravest Man in the Universe) el de Bell es otro disco de estrella soul de culto que vuelve de sus cenizas cual ave fénix para demostrarnos por qué fue (y es) importante. Editado por el histórico sello Stax de Philadelphia (rival de Motown en la época dorada del soul durante los 60) he aquí una joyita de soul Old School del posta.










20- Bombino - Azel














Este guitarrista Tuareg, generación 80, 36 años, viene haciendo sus pinitos en los EE. UU. desde que Dan Auerbach de The Black Keys dio una mano con su anterior y también muy recomendable Nomad (2013). El blues desértico del nacido en Niger (no confundir con Nigeria gente), remite obviamente a las otras "estrellas" del género como son los Tinariwen, pero con un toque de distorsión hendrixiana. En este caso la producción corre a cargo de Dave Longstreth de los geniales Dirty Projectors.








19- Eleanor Friedberger - New View 















Eleanor Friedberger supo ser la mitad femenina de The Fiery Furnaces, banda que gozó de cierto hype y que está en un parate indefinido desde el 2011, año desde el cual Eleanor editó además de este, tres discos de estudio. Todos ellos muy buenos. Pero el volantazo se hace sentir en este disco en el que el amor por los músicos del Grand Canyon (Joni Mitchell, Carole King, James Taylor) se hace notorio. La sombra del maestro Neil Young también se hace sentir. Un disco frágil y cálido que está entre lo más reconfortante de este 2016. Como una sopita en invierno.



 




18- PJ Harvey - The Hope Six Demolition Project














Con este disco de regreso Polly Jean Harvey se nos politizó del todo. Un disco basado en viajes alrededor del globo viendo las maldades del mundo capitalista (acompañada por el fotógrafo Seamus Murphy) y grabado en vivo con sección de vientos y tutti, es el menos rockero musicalmente de los discos de PJ y el más rockero en términos contestatarios. Una PJ madura nos entrega una colección de bellas y desgarradoras canciones como "Medicinals", "Near the Memorials to Vietnam And Lincoln" y "Chain of Keys", en las que se nos presenta como la periodista-política-cantante de nuestro tiempo.








17- Anohni - HOPELESSNESS















La artista antes conocida como Antony Hegarty ahora mudó de piel y sexo y se llama Anohni. Dejando de lado la fragilidad que caracterizaba a su anterior banda, Antony &  the Johnsons, otra que se vuelve política y da un viraje hacia cierto costado de la pista de baile, en un disco tan grandilocuente como absorbente que remite a las colaboraciones que tuvo con el grupo Hercules & Love Affair, más desfachatados y bailables que lo que hacía por su lado. Otro de los giros musicales del año.







16- Angel Olsen - My Woman















Ya en Burn Your Fire for No Witness (2014) esta muchacha nos llamó la atención con un álbum visceral que mostraba que es una chica de armas tomar. Cosa que viene a ratificar con este disco, y sobre todo en esa declaración de principios que es "Shut Up and Kiss Me", en la que le pide que se calle, la bese y la agarre fuerte. Siguiendo el camino de una PJ Harvey, Olsen entrega su mejor disco hasta la fecha, que puede pasar de lo frágil de "Intern" a la furia del citado tema.







15- Radiohead - A Moon Shaped Pool















ThomYorke y los suyos lo hicieron de nuevo. Nunca una banda en la historia esquivó tantas veces las zona de confort, las repeticiones y los lugares comunes disco a disco como Radiohead (quizás la única excepción sea Hail to the Thief, que si bien dista de ser "malo", debe ser lo más parecido a una autocopia por parte de la banda de Oxford). Fuera de resultados y subjetividades, pocas son las bandas que, como Radiohead, están en constante movimiento (hacia adelante). A Moon Shaped Pool es una lección más sobre no quedarse en la cómoda siendo músico.





14- Esperanza Spalding - Emily's D + Evolution














La virtuosa bajista y excelente cantante Esperanza Spalding se reinventa con un disco cargado de contenido político, en un año más que particular para el gran país del norte y el mundo todo en la materia. Su música e interpretaciones siguen siendo una exquisitez con anclaje jazzero, pero Spalding "ensucia" sus temas con ataques guitarreros dignos de King Crimson. El resultado es tan desconcertante como fascinante. Veremos en qué queda esta incursión rockera de la cantante.









13- Sturgil Simpson - A Sailor's Guide to Earth















A este muchacho ya le veníamos siguiendo el rastro desde Metamodern Sounds in Country Music (2014), pero sin lugar a dudas podemos decir que este es su año consagratorio en el que editó este excelente álbum, en donde la americana y el alt country se tiñen de soul y bronces (cover de Nirvana incluido). Un disco en el que Simpson se viste de diferentes crooners y sale airoso en todas sus formas. El final con "Call to Arms" es uno de los mejores momentos de este año funesto.









12- A Tribe Called Quest - We Got It From Here...Thank You 4 Your Service














Tras la muerte de uno de sus miembros fundadores los A Tribe Called Quest, ahora reformulados como trío, sacaron de la galera y también después de una bocha de años, un gran disco. Al igual que otros fundamentales de culto de la primera era del hip-hop como De La Soul (editaron un muy recomendable disco este año) que también tienen un gran componente jazzero en sus canciones, los Tribe vuelven con unas cuantas cosas para decir. Con la participación estelar de André 3000 (Outkast) y Kendrick Lamar entre otros, este álbum doble es una lección de bases rítmicas, loops, scratchings, samples y de toda la técnica hip-hopera.








11- Damien Jurado - Visions of Us in the Land














Un disco alucinado y alucinante el de Damien. Este cantautor que en sus comienzos fichó para un sello cristiano pone toda su imaginería religioso-espiritual al servicio de la canción volada. Con su particular estilo de voz y su musicalidad onírica, Jurado te envuelve y lleva de la mano en su viaje astral. Un disco para escuchar mucho y de todas las maneras posibles, Visions cumple con la cualidad de ser funcional a cualquier momento del día y a cualquier clima, cosa que así dicha suena a pavada total, pero que no todo disco cumple. Punto para Damien.







10- Tindersticks - The Waiting Room














¿Qué puede decirse de esta excelsa banda que no se haya dicho ya? Los de Nottigham vienen puliendo una discografía envidiable desde su debut homónimo de 1991. Si bien las aventuras solistas de su lider y principal compositor Stuart A. Staples hicieron que la banda no editara por un buen tiempo, acá los tenemos otra vez, con toda su melancolía a cuestas, que para quienes vivimos en el Río de la Plata puede remitirnos a la música de un Darnauchans en versión british. 






9 - The Avalanches - Wildflower














Junto con DJ Shadow, The Avalanches fueron considerados los padres de la sampledelia, subgénero que se basó en el recorte y pega con buen gusto, por así decirlo. Cuando en el 2001 editaron el sorprendente Since I Left You (un disco unánimemente aclamado por la crítica) tenían todo para seguir, pero como buenos ermitaños, los australianos desaparecieron y, haciendo la gran My Bloody Valentine, volvieron dieciséis años después con otro gran disco. No tiene el factor sorpresa que en su momento tuvo el mencionado disco, entre otras cosas porque en más de quince años puede pasar de todo en el mundo musical, pero el solo hecho de que Wildflower contenga el hit "Frankie Sinatra" para nosotros ya es suficiente.








8- Iggy Pop - Post Pop Depression














Este fue un año de regresos, despedidas y tardías obras maestras. De la tríada Bowie-Reed-Pop este último es el sobreviviente (¿increíble, no?). Con una ayudita de Josh Homme y amigos, Iggy vuelve a su momento de gloria, cuando Bowie le produjo algunas de sus mejores obras (The Idiot, Lust For Life) y el resultado es sorprendente. Una vuelta a las raíces -luego de haber lanzado discos con onda de Chanson francesa- que lo posiciona como el señor del rock 'n' roll que es y será. Quienes tuvimos la suerte de verlo en vivo en Montevideo sabemos de qué hablamos, aunque de este disco tocó tan solo un tema, el clásico instantáneo "Gardenia".






7- Kevin Morby - Singing Saw














Este inquieto muchacho que integra las bandas Babies y Woods se manda un disco solista que es puro disfrute. Siguiendo la senda de la época dorada de los singer-songwriters y por sobre todas las cosas el camino allanado por Dylan y Young, Morby entrega una colección de canciones entrañables, de contagio instantáneo como "Dorothy" y "I Have Been To The Mountain " que convierten a Singing Saw en un álbum irresistible y redondito.







6-  Nick Cave &  the Bad Seeds - Skeleton Tree














En un año signado por la muerte, uno de sus mayores cantores perdió a uno de sus hijos, por lo que no hay mucho que decir de Skeleton Tree que no caiga por su propio peso. Un disco que es fruto de la pérdida y el dolor (en una de sus formas más cruentas sin dudas, como debe ser la muerte de un hijo). Este disco nos retrotrae al Cave más oscuro de los 80. Fragmentado, fantasmal y a la vez hipnótico como pocos, Skeleton Tree es un disco que sale de las entrañas y en el que se respira tanta muerte como vida. Las dos caras de la moneda.






5- Cass McCombs - Mangy Love














Sólo por su título (Mangy Love significa amor sarnoso o roñoso) este nuevo disco del ecléctico Cass McCombs debería figurar en toda lista. El singer-songwriter se inspira en los 90 con un enfoque para nada nostálgico. Rock norteamericano del mejor, bien entendido. El de la tradición de Neil Young y Ryan Adams, pero también el de la sensibilidad pop de un Elliot Smith o de un Daniel Johnston lúcido. Un disco en el que estén "Bum Bum Bum", la loureedinesca "Run Sister Run" u "Opossite House" no puede ser menos que uno de los mejores discos del año.








4- Woods - City Sun Eater in the River of Light














Una de las más interesantes y consistentes bandas estadounidenses de hoy, Woods, se despacha con otro discazo que no hace más que ratificar lo anticipado en With Light and With Love de hace dos años. Sin quedarse en la zona en las que se los escucha más cómodos (el folk rock más luminoso), la paleta sonora de la banda se nutre de nuevas tonalidades que van de lo latino al afro pop, con resultados irresistibles y adictivos que no hacen más que generar ganancias en las grandes canciones que tienen para ofrecernos. Esta debería de ser una de tus bandas de cabecera.







3- Parquet Courts - Human Performance














Los prolíficos muchachines de Brooklyn parecen no cansarse de hacer los discos más copados del rock estadounidense actual. Con una fuerte influencia de Pavement pero con un sonido propio los Parquet Courts confirman que son una de las bandas más frescas, desfachatadas y verdaderamente rockeras de su generación. Lo que ya suponíamos desde Light Up Gold (2012) y Sunbathing Animal (2014) se nos confirma en catorce canciones perfectas que se te pasan volando de tan buenas.







2- Leonard Cohen - You Want It Darker














Un lugar común y al mismo tiempo un lugar totalmente válido. Leonard Cohen sabiéndose en retirada grabó uno de los mejores discos de su carrera para coronar una época forzadamente prolífica en alguien que nunca lo fue tanto. En este disco no falta el humor socarrón (el título interpela directamente a aquellos fans que preferían su versión "más oscura") y todo lo que ya sabemos que hizo grande al bardo canadiense. Desde el inicio con el tema que titula el disco se nos anticipa desde las profundidades la voz cavernosa de Cohen que ahora que se nos fue, se resignifica hasta el infinito. 






1- David Bowie - Blackstar














Otro inevitable lugar común igualmente de válido que el de Leonard Cohen: otro maestro de la canción que se nos fue y dejó su epitafio hecho obra maestra. Bowie planeó esto primero que nadie y dos días antes de su muerte editó el disco más vendido de su carrera. Aunque cueste creerlo el tipo que hizo Ziggy Stardust, Heroes, Low, Scary Monsters, Hunky Dory y vaya a saber cuántas obras maestras más se da el lujo de abrir con un tema de casi diez minutos, influenciado por las lecturas del jazz que hace Kendrick Lamar y por las atmósferas sinuosas de D'Angelo, demostrando de esta manera que muchas veces para estar adelantado no se debe ser necesariamente original, si no saber bien de dónde nutrirse. Una hermosa despedida que además fue acompañada por algunos de los más bellos y escalofriantes videos del año. Con tan solo siete temas Bowie nos regaló en su despedida otro clásico instantáneo. 



viernes, 22 de enero de 2016

Los Discos del Año (De Por Acá)


2015  
Los Discos del año (De Por Acá)

Como nos caracteriza en Spleen, un poco de todo: un año en el que hubieron grandes lanzamientos aquí en Uruguay, algo que no sucede a menudo, entre ellos el triplete de Pau O' Bianchi, los regresos esperados de Buenos Muchachos y HPLE; también lo mejor de Argentina, que vino por el lado del under, desde Mi Amigo Invencible, José Unidos y Los Espíritus pasando por la electrónica de Ibiza Pareo y el folk rock patagónico de Shaman y Los Pilares de la Creación; un poco de pop trasandino desfachatado a cargo de Gepe y Dënver, algún que otro mexicano (la consagración de Natalia Lafourcade), joyas del caribe colombiano (Los Pirañas, Romperayo) y lo mejor de la Madre Patria (Rafael Berrío, Christina Rosenvinge, La Bien Querida). Un repaso por lo mejor del 2015 en discos hispanoamericano y derivados. Pasen y vean, y lean y escuchen. Los 50 discos de por acá para Spleen.




50- Tulipa Ruiz – Dance

















Tres años después de ese gran disco que significó Tudo Tanto, Tulipa Ruiz se mete con la música que otros podrían considerar grasa. En este caso hablamos de la música disco, esa tan despreciada por culpa de Travolta y los Bee Gees. Tulipa hace gala de su gola y pone a todo el mundo a bailar.






49- Gepe – Estilo Libre















El sucesor del excelente GP (2012) no es todo lo excelente que uno podría esperar. El efecto de aquel era inmediato. Un clásico instantáneo del pop latino siglo XXI. Sin embargo, las sucesivas escuchas van acrecentando el poder de este nuevo disco en el que este desprejuiciado del pop se le anima a un dueto junto a Wendy Sulca en "Hambre". Prohibido para gente con problemas de digestión.






48- Dënver – Sangre Cita
















Otros desprejuiciados chilenos que en este caso van por el lado del electro maraca ochentoso. Con total desparpajo y sapiencia pop, los Dënver meten mano en el catálogo de Pet Shop Boys, Erasure y OMD y se cagan olímpicamente en las convenciones y el buen gusto. Luego del aclamado Fuera de Campo este dúo pone a todos a mover la patita. Placer culposo.







47- Juan Wauters – Who, Me?

















Este uruguayo perdido en Brooklyn, apadrinado por el paletudo Mac de Marco, se viste en la piel de un crooner improbable. Entre lo kitsch y lo glorioso, lo cándido y lo cálido, las canciones que este muchacho hace beben de las aguas del folk, el lo-fi y el primer rock. Ninguna de las trece canciones sobrepasa los tres minutos de duración y están cantadas tanto en un inglés tipo Shakers como un español bastante extraño para un ex yorugua. Un disco amable y hasta casi juguetón.






46- Carla Morrison  -Amor Supremo

















Luego del suceso que significó su álbum Déjenme Llorar del 2012, Carla Morrison vuelve al disco con Amor Supremo, un trabajo en el que lo que hace es básicamente ampliar aún más su mundo musical. Su pop denso y grandilocuente, cargado por momentos, puede remitir entre otras a Florence Welch de Florence and the Machine, pero comparaciones aparte, lo suyo tiene vuelo propio. Escudada tras una gran voz -que maneja a su antojo, llenando las canciones de inflexiones y juegos vocales- la Morrison se despacha  con temas de amor/desamor en clave épica.





45- Arca - Mutant

















Detrás del alias de Arca se esconde el DJ venezolano Alejandro Ghersi, quien estuvo detrás del último trabajo de Björk, nada más y nada menos, pero también de varios tracks de Kanye West y FKA Twigs. Con Mutant, los artes de tapa y videos siniestros siguen ahí. Música ominosa, loca y, como bien dice su nombre, mutante. Lo de Arca es un viaje para escuchar casi que estrictamente con auriculares, que te mueve en cuanto a lo físico como puede hacerlo la música de Aphex Twin. Sólo para intrépidos.





44- Siba – De Baile Solto
















Como si la época de la Tropicalia siguiese transcurriendo, el pernambucano Siba -a mitad de camino del primer Caetano y del Ney Matogrosso de los 70, sin esa voz, claro está- entrega en su segundo disco solista diez canciones que destilan swing y gracia. Momentos más calmos o más movidos son buenos por igual. "Marcha Macia", "Quem e Ningueím" y "A Jarra e Aranha" son de lo mejor que nos dio Brasil en el 2015.






43- Los Rusos Hijos De Puta – La Rabia Que Sentimos Es el Amor Que Nos Quitan
















O de cómo sonará el punk en un tiempo. Tras su elocuente título y su elocuente nombre hay una banda poseedora de cierta ternura, pero en el fondo. En La Rabia que Sentimos es el Amor que Nos Quitan, Los Rusos Hijos de Puta dejan en claro cuál es su búsqueda y qué es lo que vienen a hacer al mundo con su música. Esperamos verlos en vivo.







42- Chico Trujillo – Reina de Todas las Fiestas

















Los chilenos de Chico Trujillo hacen cumbia de la buena, old school, y en Reina de Todas las Fiestas vienen a confirmar lo que ya sabíamos: que lo suyo es música diseñada para bailar, aunque se metan hasta con la ranchera, sin caer nunca en lo chabacano. Son solamente seis temas, pero suficientes para hacerse amigo de su música."Abajo del Bote", "Reina de Todas las Fiestas" y "Malgeniosa" dan ganas de estar en alguna playa de otro país danzando como poseso.
  






41- Nacho Vegas - Canciones Populistas
















El asturiano saca de la galera un EP con canciones de las sesiones de Resituación, su gran disco del 2014, que tiene la particularidad de ser de lo más político que ha hecho el autor hasta la fecha. "Canción para la PAH" (Plataforma de afectados por la hipoteca allá en España), "Ámame, Soy Un Liberal" (relectura de un tema de Phil Ochs, cantante protestón de la época del primer Dylan) y "L' Afoguin" no desentonan con lo mejor de su trabajo anterior, eso sí, en formato breve.






40- Banda de la Muerte – 8894
















Estos argentinos ponen la vara alta para las huestes de lo pesado del otro lado del Río de la Plata. Jack Endino, productor del Bleach de Nirvana le da su aporte al sonido que, como indica su título, traza una línea temporal entre el hardcore de finales de los 80 y todo el grunge y lo pesado de principios de los 90,  posicionándolos junto a El Perrodiablo y Poseidótica como las bandas argentinas que hacen ruido del bueno.






39- Guazuncho - Reino Escondido



















Otro de los artistas del sello Fuego Amigo Discos que editó material destacado durante el 2015 fue Guazuncho. El también integrante de los correntinos Las Liebres, Iñaki Zubieta, se despacha con un disco de composiciones que oscilan entre lo folclórico, lo electrónico y lo mágico. Un disco psicodélico pero tranqui. La lisergia acá no está en el alboroto o la locura musical, sino en dejarse llevar por esta banda sonora de un bosque encantado.





38- Cadáver Exquisito – 750 mg.


















Los Cadáver Exquisito pulen su fórmula y le sacan brillo en 750 mg., su trabajo más logrado, en el que el stoner de Queens of the Stone Age, Kyuss  y Los Natas se funde con el proto hard de Pescado Rabioso y los 80 de Black Flag y Fugazi. Como dice en la banda en su propio sitio de Bandcamp "este disco fue mezclado para ser escuchado a buen volumen".







37-  Sotomayor  - Salvaje



















La propuesta electrónica de este dúo mexicano es similar la que podemos encontrar en la música de Quantic o Chancha Vía Circuito, una mezcla fina de ritmos típicos de América conviviendo con lo pistero. Sin llegar al cachengue de Bomba Estéreo, los Sotomayor van muchas veces por un lado más colgado ("Salvaje", "Pajarito", "Cielo") pero saben cuando hacer mover un poco el esqueleto. "Pum Pum", "Selva", "Sur" y "Poema" son buenas muestras de ello.







36- Bomba Estéreo – Amanece
















La banda colombiana liderada por Li Saumet se proyecta internacionalmente aún más con Amanecer, su nuevo disco, en el que la electrónica más elegante se fusiona con lo más pachanguero de la cumbia colombiana. "Fiesta", "Somos Dos" y el tema que da título al álbum, por sólo nombrar a algunos dejan en claro que los Bomba Estéreo tienen un propósito bien claro: que la fiesta no tenga fin.






35- Los Nuevos Creyentes  - Los Nuevos Creyentes

















A los liderados por Matías Singer les basta sólo un EP para mezclarse en esta lista. Con espíritu garagero del posta (el de los one hit wonders reunidos por Lenny Kaye en la antológica caja Nuggets, de hecho el inicio del disco suena como "I Had Too Much to Dream Last Night" de Electric Prunes) los Nuevos Creyentes son una de las bandas a seguir y tener en cuenta desde ya.






34- Laura y Los Branigan - La Misión

















La banda de Laura Gutman (ex Buenos Muchachos y actual colaboradora de, entre otros, Garo y Eté y Los Problems) lleva su "rock climático" a su mejor nivel. En "La Misión" Gutman y los suyos entregan una colección de pequeños himnos frágiles y a la vez potentes como "Laberinto", "Will.I.Am" Y "Voces".





(*) Este video y tema no corresponden al disco mencionado arriba pero es lo que tenemos.



33- Ava Rocha -  Ava Patria Yndia Yracema

















Como toda buen artista brasileña, Ava Rocha (hija del legendario cineasta Glauber Rocha, el de Dios y el Diablo en la Tierra del Sol y Terra em Transe), se vale de todo lo que pueda servirle como vehículo musical, desde la MPB al jazz, el reggae al soul. Todo tamizado por tratamientos electrónicos que la ponen con un pie en la vanguardia y que le van como un guante a su voz antigua. "Boca de Ceu", "Mar ao Fundo" y "Hermética" son elocuentes muestras de la calidad musical de la brasileña.








32- Karina Buhr – Selvática

















Una provocadora nata, Karina Buhr sale al ruedo con el pecho descubierto en la tapa de su último gran disco, Selvática. La pernambucana mete mano en todo lo que vaya bien con su música, desde la MPB al rock, del pop al punk. Tanto el amable reggae del comienzo con " Dragão" pasando por "Pic Nic", "Eu Sou Um Monstro" y el tema que bautiza al disco, hacen que lo de la Buhr sigua rankeando alto.






31- AFC - A.N.T.R.O

















Desde la zanja, como ellos bautizaron a su ciudad de San José de Mayo, otro nuevo capítulo de estos desfachatados del hip hop oriental que tras su notable debut (Grandes Valores del Hardcore) salen de esa zona más rockera por la que transitaban junto a Los Warriors y apuntan a un hip hop más puro y duro. Con feats de Pablo Silveira de Once Tiros en "Mejor Solo" y Pedro Dalton de Buenos Muchachos en "La Noche y sus Encantos", los AFC se instalan en las grandes ligas y ponen la vara alta para quienes vengan a rapear detrás de ellos.







30- María Rosa Mística – María Rosa Mística
















Bienvenidos al maravilloso mundo de Pau O' Bianchi, el tipo que editó tres de los discos más importantes de la música uruguaya del 2015. Un disco para escuchar a puertas cerradas, que nació de unas vacaciones de pareja (¿que ya no es, o sí?) en San Francisco, Maldonado, en cuyo límite se encuentra el Cerro de la Gloria, en el que a su vez hay una figura de María Rosa Mística que le da nombre al dúo, al disco y a una de las mejores canciones del mismo. Grabado en una compu (y con algunas sobregrabaciones hechas luego) por Pau y su pareja, esta colección de canciones no exudan tecnología en absoluto, sino un clima de fogón lisérgico que garpa.






29- La Bien Querida – Premeditación, Nocturnidad y Alevosía


















Fernanada Villaverde A.K.A La Bien Querida recopila en un solo disco tres maxi singles (de ahí el nombre del disco) en los que confirma una vez que en cuanto a ese pop de habitación, intimista y a la vez pidepista ella es la uno en España. La música del disco pareciera estar musicalizando la Carretera perdida de David Lynch. Punto aparte para ese misterioso arte de tapa.








28- Francisco Nixon – Lo Malo Que Nos Pasa


















Fran Fernández no tuvo una muy buena idea al ponerse el apellido artístico, pero poco importa, porque la música del ex Australian Blonde y La Costa Brava (bandas insignia del indie español de mediados de los 90), en este caso se mete con la música de la "Costa Fleming" (zona de copas y farándula durante fines de los 60 y principios de los 70 en Madrid), que emulaba en onda ibérica el sonido del soul de Philadelphia,  y el resultado es anacrónicamente encantador.






27- Ibeyi – Ibeyi


















Este dúo de hermanas afrocubanas editaron un debut que fue sumamente celebrado por la crítica, sobre todo europea. Y no es para menos. Lo que hacen las Ibeyi es una personalísima mezcla de ritmos típicos de su país de origen con trip hop en la onda de Massive Attack o los primeros trabajos de Björk. "Elegua", "River" y "Behind the Curtain " son de especial destaque.






26- Christina Rosenvinge – Lo Nuestro



















La en algún momento pareja de Nacho Vegas (con quien editó el gran Verano Fatal) vuelve al ruedo con Lo Nuestro, un álbum en el que el lúcido pop de la cantautora se pone un poquitín oscuro. Bases electrónicas le dan a algunos temas un clima frío y opresivo ("La Tejedora") pero no se queda ahí ("Alguien Tendrá la Culpa" tiene hasta cierto coqueteo con el folklore latinoamericano). Esta ex estrella pop vive su enésima reinvención y lo importante es que su música goza de excelente salud.








25- Portillo  - Portillo

















Jorge Portillo, uno de los integrantes de Genuflexos, se vale de la ayuda de algunos de sus compañeros de banda y da a luz uno de los discos más extrañamente fascinantes de la temporada 2015 en Uruguay. A medio camino entre los pasajes más bucólicos de Buenos Muchachos, Lazaroff y el post punk de antaño, este nuevo proyecto apunta a los climas y las (des)estructuras musicales que reclamen que se lo escuche con suma atención. Los paisajes fantasmales de "Por Tu Barrio", la locura de "El Otro que Despierta" y los climas de "El Bautismo" y "Quequequé" lo posicionan como uno de los discos del año







24- Ibiza Pareo - Ibiza Pareo


















Ibiza Pareo es un dúo conformado por dos ex YiLet (Ani Castoldi y Marina La Grasta) que el año que pasó editaron su debut discográfico, en el que se intuyen influencias varias de toda la electrónica. Bailable pero no desquiciado, el de Ibiza Pareo es un disco genial para musicalizar este verano. No en vano uno de los temas se llama "Disco de Verano", que sumado a otros temas como "Árido Espejismo" y "Discoteca" nos llevan de boliche en boliche.







23- Temporada de Tormentas – La Primera Exploración



















Otro de los fichajes del sello Fuego Amigo Discos son estos shoegazers del oeste del conourbano bonaerense (lugar donde todo apunta más al reggae o a los ritmos latinos) que vuelven a esa zona un paisaje post apocalíptico. Entre la colgadera y la furia guitarrera, la calma antes de la tormenta apenas puede disimularse entre toda la maraña de rock espacial que nos regala este disco al cual hay que dedicarle su debido tiempo. "Tripulacion N°8", "A la deriva" y " La gran tormenta" la rompen.






22- Fantasmagoria - El Mago Mandrax

















Gori, ex Fun People, ya viene dando cátedra en eso de mezclar las influencias de Marc Bolan, los Stones y cierto tufillo a folk de los 60 con actitud punk (acústica). Fantasmagoria vuelve a lograr otro gran disco luego de el celebrado El Río con canciones que esta vez van más por la senda de los 60, mezclando a Almendra con el primer T-Rex. Con temas como "La Araucaria", "Las Cosas que Importan" y "Miserere OPark" se cuelan entre los discos del año.







21- Astro - Chicos de la Luz


















Los chilenos de Astro no editaban material nuevo desde su celebrado debut homónimo del 2011. Su irresistible mezcla de música electrónica y pop psicodélico tiene en Chicos de la Luz una excelente continuación. "Uno", "Caribbean" y "Druida" son irresistibles muestras de lo que estos chilenos tienen para dar. Caleidoscópicas composiciones en donde las voces agudas, los teclados, sintes, percusiones y loops se apoderan de nuestras mentes. Gran regreso.






20- Matador – Matador
















Detrás del alias de Matador se escuda Santiago Bogacz, joven y virtuoso guitarrista, "compañero de ruta" de Señor Faraón, Portillo (con quienes comparte una determinada búsqueda en la canción) y además tecladista de los Nuevos Creyentes, la banda comandada por Matías Singer. En su primer disco largo tras dos interesantísimos EP's, Matador profundiza su búsqueda en los folclores del mundo, la academia, la tradición y la vanguardia.  Este guitarrista que acusa influencias de Abel Carlevaro y Egberto Gismonti, pero también de Tinariwen o Codona, puede sonar o bien surrealista o bien esotérico, características que son incrementadas por su particular estilo vocal. Pueden parecerte muchas cosas de este disco, pero seguro no te va a pasar inadvertido.



(*) Este video y tema no corresponden al disco mencionado arriba pero es lo que tenemos.



19- Mi Amigo Invencible – La Danza de los Principiantes



















Poptimismo. Con esa sola palabra podríamos definir el sonido de estos mendocinos con base en Buenos Aires que ya habían dado que hablar con su predecesor, La Nostalgia Soundsystem (2013). Si bien hablamos de poptimismo, en la lírica del grupo no es todo brillo: se desprende cierta melancolía de cada uno de los tracks, sean más mid tempo o más encarados hacia su costado "punkie", la banda combate con melodías y arreglos luminiosos cierta tristeza que sobrevuela toda la obra. Confesionales y contagiosos, los de Mi Amigo Invencible son temas de esos que después de un  par de escuchas se te quedan pegados en la mente, como todo el buen pop. "Edmundo Año Cero", "Máquina del Tiempo" y "Puentes Rotos" son sólo algunas de las grajeas pop que está compuesta este disco y que piden ser escuchadas. Otro gran banda del sello independiente argentino Fuego Amigo discos.






18- Señor Faraón - Piel de Culebra

















Ismael Varela A.K.A Señor Faraón fue, por un buen tiempo, uno de los secretos mejores guardados del under montevideano, hasta que fue adquiriendo más notoriedad junto a Revólver y como percusionista de Hablan por la Espalda, con los que actualmente sigue tocando. En sus discos Las Últimas en Inglés y sobre todo en el excelente Siguiendo el Rayo, Varela mixturaba a Días de Blues, Opus Alfa y los discos solistas de Jesús Figueroa de los 70 con blues del delta, logrando un resultado irresistible. Sin embargo, lejos de conformarse y quedarse en lo que mejor le sale, Faraón se aventura y da un paso más allá, explorando ritmos latinoamericanos y del canto popular que, si bien no lo vuelven ni Víctor Jara ni Larbanois-Carrero, lo acercan a un área que todavía no había explorado y de la que sale más que bien parado. Otro de los grandes lanzamientos uruguayos del año que pasó.
.




17- Hablan por le Espalda – Sangre

















Luego de unos cuantos años de ese volantazo que significó Macumba (2009) y tras el recopilatorio con lados B y versiones de temas de éste (Celebración, 2012) los Hablan por la Espalda vuelven al disco, marcados por las perdidas personales pero con la llama aun encendida siguen pisando en terreno firme. El hardcore de antaño viró en algo más local - "Sangre (La Carga)"está mucho más cerca del Rada solista de lo que puede imaginarse- pero no por ello menos rockero. Si bien no hay cambios sustanciales con respecto a su antecesor siguen estando las buenas canciones. Desde el inicio con el "Himno del Incendio" hasta el final desgarrador con "En los Días Más Oscuros" los HPLE demuestran que volvieron para quedarse, y que seis años no es nada.







16 - Los Pirañas - La Diversión que Hacía Falta en mi País

















Si las bandas emblemáticas del post punk de fines de los 70 se hubiesen alimentado de cumbia colombiana en lugar de dub, seguramente sonarían como Los Pirañas. Este delirante trío que hace " tropical noise" según sus propias palabras y que ya había llamado la atención con su disco previo (Toma tu Jabón Kapax, 2012) se mete con Luis Alberto Spinetta -versión de "A 18' del Sol- y con todas las derivaciones de la cumbia de su país. Lo bueno de ellos es que, a pesar de ejecutar música enteramente instrumental, uno sin oír una palabra, intuye el humor y la ironía, como podía pasar con Zappa, salvando las distancias. Un disco irresistible que, luego de escuchado, puede volverse adictivo.






15- Juçara Marçal y Cadu Tenório  - Anganga

















Cadu Tenório, de tan sólo 28 años, que viene de algunos de los lugares más extremos de la electrónica brasileña lleva a la tremenda voz de Juçara Marçal a terrenos insospechados hasta para quien esté al tanto de la música que la artista hace con Metá Metá. El resultado es un disco que te desacomoda, realmente inquietante en su experimentación. La cantante, que el año pasado editó el fundamental Encarnado, y que este año además dio a conocer un EP con nuevos temas de su banda de siempre, se aventura por los climas inhóspitos que Tenório genera y a los que ella se acopla con total naturalidad, a pesar del desconcierto general. Con un pie en la tradición y otro en la vanguardia, el disco es poderosísimo y abrumador, al punto que hay que estar bien dispuesto a adentrarse en esta loca aventura musical. Para poner junto al de Elza Soares, seguramente una influencia para la gran Juçara Marçal.







14- Bixiga 70 – III

















Como si de una mezcla de Chico Science y Fela Kuti se tratase, los Bixiga 70 la rompen con su irresistible mezcla de afrobeat, jazz, música latina y brasilera. El mencionado Kuti (estrella nigeriana y global, fundador de eso que hoy conocemos como afrobeat) se hace omnipresente desde el nombre, ya que unas de sus tantas formaciones se llamó África 70 -aunque desde la banda se diga que el nombre se debe a la dirección del estudio donde se formaron. Nomenclaturas aparte, lo de los Bixiga en su tercer álbum suena poderoso y fresco a la vez. Si bien lo suyo no es innovar, la música de la banda está llena de buen gusto y grandes composiciones en donde las música del Brasil y del continente negro conviven como si fuesen una sola. Porque todo comenzó en África.




13- José Unidos - Lampedusa


















José Unidos es en verdad el proyecto de Lucas Codonna (que va cambiando de integrantes con los discos) que para este Lampedusa baja un cambio y se vuelve un tanto más introspectivo, inclinando la balanza hacia su costado más folkie-Cave. Bautizado así por la isla italiana y también por el autor de El Gatopardo, el sucesor del oscurito Administración (2013) se mete de manera filosa con la vida diaria en letras como "Igual es Igual", "Cliches" y "Razonablemente Bien". La manera de cantar de Codonna pareciera estar interpelando constantemente al escucha, tirándole frases para que éste se quede pensando. Más luminoso pero no por ello menos melanco, el de José Unidos es un disco especial al que debe encontrarsele el gusto, pero que una vez logrado esto, no defrauda.





12- Guadalupe Plata – Guadalupe Plata


















Este desquiciado trío en su nuevo y autodenominado disco parece estar constantemente musicalizando una película imaginaria. Pero no cualquier película imaginaria, sino una que transcurre en la frontera de EE. UU. y México, seguramente ellos serían la banda de la taberna de mala muerte a al que llega el protagonista y así podríamos seguir durante rato. Los españoles editaron su mejor disco hasta la fecha a base de canciones que combinan blues, rockabilly y rock a secas, con guitarras llenas de ecos, crescendos que parecieran no terminar nunca y una buena dosificación de los climas (bastante tarantinescos por cierto). Desde el vamos con la amenazante "Tormenta" y las  delirantes "Huele a Rata" y "Calle 24", los de Úbeda se despachan con una colección de canciones polvorientas, hipnóticas y al palo, que piden volver a ser escuchadas.






11- Romperayo - Romperayo


















Haciendo uso del poder psicodélico de la cumbia, los colombianos de Romperayo editan su primer e irresistible primer disco, en que pasan por su filtro el porro, el vallenato y la cumbia de su país, con un resultado tan encantador y adictivo que dan ganas de escucharlos al máximo volumen posible. Con títulos (y músicas) desopilantes demuestran además un grato y bienvenido buen humor. "Alegría por un Zumo de Limón con Panela", "Dando una Vuelta en Ovni", "Afterparis en Colegios" y "17 Tazas de Café por la Mañana" son tan sólo muestras para entender por dónde viene lo de estos muchachos que, entre la tradición y lo digital pelan uno de los discos más irresistibles y locos del año.





10- Natalia Lafourcade – Hasta La Raíz

















Largo es el camino que has recorrido chica. Desde sus inicios como una pseudo Avril Lavigne hasta su presente lleno de Grammys y demás premios que de poco valen, salvo porque premian su cada vez mejor música, ha pasado mucha agua bajo por el puente para Natalia Lafourcade, quien ya desde su anterior trabajo de duetos en los que versionaba temas de Agustín Lara venía demostrando una insospechada madurez. En Hasta la Raíz Lafourcade se nos presenta como una estrella latina con proyección que va más allá, de la que seguramente hablemos más aún dentro de un tiempo gracias a su cada vez más afilada pluma e instinto musical. Temas como el que da título al álbum, "Nunca es Suificiente", "Ya no te Puedo Querer" y " Vámonos Negrito", lo convierten en una grata sorpresa y uno de los discos del año para nosotros.







9- Camila Moreno – Mala Madre

















La chilena Camila Moreno edita su mejor disco hasta la fecha y el mejor disco hecho en su país en el 2015. La trasandina se disfraza de Björk por momentos y, acompañada de cuerdas y bases electrónicas, llena sus canciones de sentimiento y por momentos, escupe su rabia. Un disco a corazón abierto, intimista, autorreferencial y a la vez elegante como pocos. Con temas como "Sin Mi", "Libres y Estúpidos" y "Julia", Mala Madre es el triunfo de esta artista que se despega de la movida folk a la que alguna vez perteneció junto a cantautores como Nano Stern y Manuel García y de la cada vez más presente escena del pop chileno bailable y ochentoso. Un disco fino y preciosista que está por encima de la media a la que estamos acostumbrados del país tras la cordillera.







8- Elza Soares  - A Mulher do Fim do Mundo
















La inoxidable Elza Soares -seis décadas en la música- edita su trigésimo cuarto disco (¡!) en el que une fuerzas con figuras reconocidas de la escena paulista (Kiko Dinucci en guitarra, Marcelo Cabral en bajo, Rodrigo Campos en guitarra, Felipe Roseno en percusión, Celso Sim y Rômulo Fróes en la dirección artística) y el resultado es asombroso, emparentando a la gran Elza con los sonidos de Juçara Marçal de su disco Encarnado y de sus trabajos con Metá Metá. Un poema musicalizado de Oswald de Andrade, músicas que pasean entre el samba, el rap, la electrónica y el rock, todo vehiculizando el lucimiento de la estrella, entre distorsiones, múltiples,sonidos pregrabados y disonancias. Una joya para seguir disfrutando a la siempre osada y llena de actitud Soares en su enésima reinvención o, simplemente, para descubrir a una artista única que será eternamente joven.








7- Shaman y los Pilares de la Creación - Sueño Real


















Así como Skay va cambiando el nombre de su backing band, Shaman Herrera hace lo propio con la suya. Antes contaba con los Hombres en Llamas que ahora mutó en Los Pilares de la Creación, con quienes editó su segundo trabajo discográfico. A su voz de "espantaviejas" como acertadamente la bautizó un amigo, Shaman le suma sus influencias folklóricas y climas patagónicos, bases electrónicas y sonidos 2.0. Un tratamiento que enriquece y expande el sonido de la banda, que alcanza momentos inspiradísimos, como el que da título al álbum, la rockerísima "Sonríe" (con Santiago Motorizado), "Caparazón", "Lobo" y "El Viejo en la Vereda" (con Sara Hebe). Un disco lleno de feats y de detalles que van ganando con las sucesivas escuchas, volviéndolo uno de los indispensables del 2015. Para viajar a lo profundo de la cordillera.








6 - Buenos Muchachos  - Nidal 
















Se Pule la Colmena fue el disco que encontró a los Buenos Muchachos enamorados del pop ("Beefheart", "Sin Más") y el que los terminó de consolidar a nivel popular. Si bien no era su mejor trabajo, tampoco el peor ni mucho menos, el espíritu muchachero seguía intacto y arrojó clásicos de la banda que parecen no poder faltar nunca ("Sangre de Arachania"). Larga se hizo la espera entonces por este nuevo material, pero llegó. Sin embargo el resultado no es uno de sus clásicos instantáneos (en cuanto al sonido), apenas hay atisbo de ello en "Tonight" y "My Way". Los buenos parecen querer decirnos "estos somos, este es el camino que hemos tomado". Y está perfecto que así sea. Esta es otra etapa, y los muchachos crecen... La cosa suena más reposada, las canciones ameritan una entrega y otra disposición del oyente.  Sin complacencias, podemos decir que los comandados por Pedro Dalton entregan su disco menos inmediato y, para aquellos que gustan de lo climático en la banda, con Nidal estarán sobrados. Para saborear de a poco.








5- Boogarins  -  Manual ou Guia Livre de Dissolução dos Sonhos


















Estos muchachos de Goiânia, Brasil, habían dado que hablar a la crítica mundial con su excelente debut (As Plantas Que Curam, 2013) cuando eran tan solo unos purretes, y dejaban con ganas de más. El tan esperado sucesor confirma que se trataba de una gran banda que de aquí en más será las que habrá que tener en cuenta dentro del panorama del rock del país norteño, a la par de otras como a Macaco Bong. Lo suyo pasa por una lectura de todas las variantes de la música fumeta de la tierra, de sus compatriotas Os Mutantes a Tame Impala. Son diez composiciones de psicodelia flotadora, que puede pasar sin más de los momentos contemplativos al caos ("") sonoro -la excelente "6000 dias (Ou Mantra dos 20 Anos)" por ejemplo-  . Como unos Flaming Lips versión brasuca, una banda poderosa a seguir.









4 -Rafael Berrío - Paradoja

















Uno de los secretos mejor guardados de la música española, Rafael Berrío seguramente resulte un nombre desconocido para la mayoría. A pesar de fichar con una gran discográfica como Warner, el tipo es poco conocido en su país (que no es lo mismo que ser un desconocido por acá) y más aún fuera de fronteras. lo suyo es lo del baladista que cuando le pinta la madurez le empieza a tomar gustito a los yeites del rock, así, a secas. Desde la intro guitarrera del tema que da nombre al disco, pasando por la emocionante "Mis Ayeres Muertos" (seguramente la cumbre del disco, en uno que está lleno de ellas), "Cambios a Mansalva y Decadencia", "Yo Ya Me Entiendo", "Contra la Lógica", "El Mundo pende de un Hilo" y "En lo Mórbido", Berrío hace lo que sabe hacer, básicamente grandes canciones en la mejor tradición de los valores españoles (Nacho Vegas, Sr. Chinarro). Inmejorable.






3- Fernando Henry, Lucas Meyer, Pau O’Bianchi - Fernando Henry, Lucas Meyer, Pau O’Bianchi
















Pau O`Bianchi tuvo un año movidito en materia discográfica: tres discos de tres proyectos diferentes, todos ellos importantísimos para la escena musical uruguaya, sin embargo, el que recibió el apodo de "disco mágico" fue éste, el disco "sin nombre" u homónimo, como ustedes prefieran, en el que junto a otros dos paladines del under montevideano como Fer Henry y Lucas Mayer (también parte de esa tremenda banda que es Alucinaciones en Familia, en la que también está el inquieto Pau y que también lanzó antes de terminar el año que pasó su primer y excelentísimo disco) se despachan con una colección de canciones de antología, de las que seguramente se estará hablando en varios años como hoy se habla de Musicación 4 1/2, o salvando las distancias, Tropicalia ou Panis et Circencis en Brasil. Una colección de canciones que exudan no sólo buen gusto, erudición y complicidad musical a pesar de las diferencias entre sus partes, sino también camaradería y entendimiento de causa (en su página de Bandcamp figuran los porcentajes correspondientes a cada integrante en las composiciones). Un disco con temazos como " Candy Bar" (hermosa canción cuyo nombre hace referencia al antro -ahora reformado- de la calle Durazno), "Ácido en el Trabajo" (con una intro digna de los Babasónicos de los 90 para terminar en un mantra loquísimo y tribal) o "Plantas y Compresores" (brasuqueada psicodélica a lo Caetano de los primeros discos que deriva en un inesperado candombe), no puede ser menos que uno de los discos del año








2- Los Espíritus - Gratitud


















Maxi Prietto  lanza su segundo disco junto a Los Espíritus y el resultado es de excelencia. Como si el hippismo de los Greatful Dead o Love se conjugase con el espíritu barrial de los Ratones Paranoicos de los comienzos (sí, así de diverso es), pero también con el primer rock argento, sobre todo el de Manal, Pappo's Blues, Pescado Rabioso y Color Humano, lo chamánico y el pavimento, lo andino y lo urbano se la dan la mano en este verdadero viaje lisérgico que nos transporta, sin movernos, del campo a la ciudad, incluso en la misma canción. Desde el imponente inicio con "La Crecida" los comandados por Prietto hacen de la contraposición de estilos, su mejor y más válida arma. La influencias de los 60 y los 70 no condiciona en absoluto a la banda, todo lo contrario, realza sus hipnóticas composiciones, que tienen un pie en lo retro y otro en un sonido notoriamente actual. Temas contundentes como el bluesy "Perro Viejo", la a su manera política "Negro Chico", el groovero "Mares", la tripera "Gratitud"" y el épico cierre con "El Palacio" no hacen más que reafirmar a Los Espíritus como una de las bandas a seguir del under porteño.








1- Alucinaciones en Familia – Alucinaciones en Familia

















No, no somos amigo de Pau O' Bianchi, pero el tipo con sus tres proyectos la descosió este año como dijimos antes; al de María Rosa Mística y al "disco mágico"se les suma casi sobre el final del año este alto disco que, de existir la justicia, debería estar sonando por todos lados. Pero como eso no existe tal cosa, no debemos preocuparnos. Sólo nos importa saber que este dream team del under vernáculo (en el que también milita Lucas Meyer) se despachó con un puñado de canciones que absorben lo mejor del pop, del rock, del noise y de las distintas variantes que se le pongan enfrente. Conjunto de canciones decíamos, de las que además se desprende el que para nosotros es el tema yorugua del año: "Parodista!" Tres minutos y treinta y treinta y cuatro segundos donde la magia fluye como lo más natural del mundo. El honor podrían llevárselo perfectamente otros grandes temas como "Secta de las dos Lunas"o "Cáncer Pop", pero la perfección y el efecto contagio del mencionado tema resultan demoledoresTodo brilla en este disco debut que se hizo esperar para quienes ya seguían a la banda desde hacía un tiempo en el circuito montevideano y que no defrauda ni decae en ningún tema. La licuadora de influencias en lugar de sonar a simple pastiche deviene en una demostración de cómo encontrar el gancho sin perder la excelencia jamás. El disco del año en español para nosotros es bien de acá.